Al llegar donde la multitud, se acercó a él un
hombre y, puesto de rodillas, le suplicó: Señor, ten compasión de mi hijo,
porque está lunático y sufre mucho; muchas veces se cae al fuego y otras al
agua. Lo he traído a tus discípulos y no lo han podido curar (Mt 17, 14-16).
Jesús,
tus apóstoles no pudieron curar aquel muchacho. Y la razón de que no pudieron
es que les faltó FE. Jesús, esto de la Fe parece que es fácil de entender pero
no es tan fácil. Yo te pido que me ayudes a creer y que con aquello que no
entiendo sepa confiar en Ti. Jesús, que no intente entenderlo todo o hacer que
todo sea como yo digo que tiene que ser, que aprenda a confiar y sobre todo a
prender a ser fuerte para quererte en las buenas y en las malas.
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Un buen momento para pedirle a Jesús que te aumente la
Fe es cuando comulgas. ¿Cómo es tu acción de gracias?
¿Por qué nosotros no hemos podido expulsarlo? El
les respondió: Por vuestra poca fe. Porque os digo que si tuvierais fe como un
granito de mostaza, podríais decir a este monte: Trasládate de aquí allá, y se
trasladaría, y nada os sería imposible (Mt 17, 19-20).
Jesús,
el Papa ha querido que en octubre de este año comience un año dedicado a la Fe.
No entiendo mucho que es lo que hay que hacer, lo que sí me he enterado es que
sería bueno que me leyera el Catecismo o el Compendio. Yo por los momentos lo
que voy hacer es poner atención y estudiar en serio la clase de Reli.
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Pregúntale a tus papás de que se trata ese Año de la
Fe.
Propósito: Pedir la Fe.