miércoles, 1 de agosto de 2012

Tesoros


El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo que, al encontrarlo un hombre, lo oculta y, gozoso del hallazgo, va y vende todo cuanto tiene y compra aquel campo (Mt 13, 44).
El Reino de los Cielos es tener vida sobrenatural, estar en gracia, tener a Dios en el alma. Jesús, este tesoro de tenerte conmigo, yo también me lo encontré o mejor me lo dieron. Mis papás me llevaron a bautizar, luego recibí el regalo de la Comunión. Jesús, que sepa valorar el tesoro de tenerte. Que no permita que los ladrones (el demonio y/o las tentaciones) te roben de mi alma.
·         Pídele a tu Ángel de la Guarda que te diga unos tips de cómo mejorar la seguridad contra ladrones en tu alma.
Asimismo el Reino de los Cielos es semejante a un comerciante que busca perlas finas y, cuando encuentra una perla de gran valor, va y vende todo cuanto tiene y la compra (Mt 13, 45-46).
Jesús, con estas palabras me parece que me dices que no me contente con sólo guardarte, que me lance a buscar tu voluntad, que sea como ese comerciante que busca y busca. Pero, Jesús, eso de saber que quieres de mí, que esperas de mí, me da miedo. Me explico, me da miedo el saber que tengo que poner esfuerzo, miedo a tener que ser generoso y buscarte con sinceridad. Jesús, yo no quiero ser miedoso ni poco generoso.
·         Atrévete a decirle a Jesús que quieres saber cuál es tu vocación.
Propósito: Ser valiente y sincero.