martes, 5 de marzo de 2013

Mucho se le ha perdonado porque ha amado mucho



Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano, cuando peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le respondió: No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete (Mt 18, 21-22).
Jesús, ¿tiene límite la capacidad de perdonar?: Sí, tiene un límite; el mismo que la capacidad de amar. Si amo poco, perdonaré poco; si amo mucho, perdonaré mucho. Jesús, perdona, otra pregunta tonta: ¿Cuánto he, pues, de amar a mi hermano? Tu respuesta es clara: Amaos los unos a los otros como Yo os he amado, es decir, sin medida ni límite. ¡Una barbaridad!
·        Jesús, auméntame la Fe y agrándame el corazón.
Entonces su señor lo mandó llamar y le dijo: siervo malvado, yo te he perdonado toda la deuda porque me lo has suplicado. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero? (Mt 18, 32-33).
Jesús, a veces me siento incomprendido: mis papás, un amigo o un compañero. Y, entonces, respondo con el látigo de mi indiferencia, o con detalles irritantes y palabras cortantes. Y no me paro a pensar que quizá la otra persona se está esforzando por acercarse a mí, y tal vez soy yo el que estoy cerrado. Jesús, hoy me pides que sepa comprender y disculpar al prójimo, pues es también una exigencia de amor. Además, cuanto más intente comprender a los demás, poniéndome en su lugar, mejor me comprenderán ellos a mí.
·        Pregúntate: ¿A quién ignoro? ¿A quiénes trato un poco mal?... y terminas.
Propósito: No usar el látigo de mi indiferencia.