Ellos le
contestaron: Sí (Mt 13, 51).
Hoy es jueves.
Día para pensar en la Eucaristía. Jesús, te quedas en un pedacito de pan para
que yo te tenga cerca y pueda venir a visitarte las veces que quiera. A veces
me da pereza. No quiero pasar al oratorio o a la capilla. Qué fácil es llegar,
hacer una genuflexión bien hecha y decirte unas palabras de cariño. Pero no, a
veces me pesan los pies, como si fueran de plomo, y no paso. Otras veces
simplemente me da vergüenza. Es absurdo pero a veces uno reacciona ante sus
amigos como si ellos fueran de saber qué religión fundamentalista y que de un
momento a otro me van a cortar la cabeza por profesar mi fe públicamente.
¨ Dile a Jesús ¡Sí!, voy
a visitarte al Sagrario.
Todo
maestro de la ley que se ha hecho discípulo del Reino de los cielos, es como un
padre de familia que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas (Mt 13, 52).
Delante del
Santísimo todo se ve diferente. Hay un no sé qué que hace que fluya la oración.
A veces basta hacer como decía aquel campesino del pueblo del Cura de Ars, “Yo
le miro y Él me mira”. Mirarle. Eso ya es sacar tesoros nuevos y viejos. Los
tesoros viejos, de última tecnología, son los propósitos nuevos o cosas que no
me había dado cuenta que puedo mejorar. Los tesoros viejos, o tesoros “retro”,
son cosas ya sabidas pero que vale la pena volver a poner de moda en mi vida.
¨ Qué tal un collage de
propósitos: moderno con algo retro.
Propósito: Vivir moda pro y retro a la vez: visitar el
Sagrario.