Entonces
se le acercaron los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los
fariseos ayunamos con frecuencia, y en cambio tus discípulos no ayunan? (Mt 9,
14).
Como los
apóstoles están junto a Ti, Jesús, vivían con una gran alegría. Y la alegría se
les notaba en la sonrisa, en la amabilidad, en el gozo de saber que estaban
junto a Ti. Y esto lo entiendo bien, cuando estoy en gracia estoy contento.
Cuando me hago el loco contigo o hago algo que sé que no te gusta me entra la
tristeza y el andar de malas. Entonces ando peleando, buscando pleito, o
molestando a los demás, o hago las cosas buenas como una momia.
¨ Sigue hablándole sobre
los momentos en que estás de mal humor.
Jesús les
respondió: ¿Acaso pueden estar de duelo los amigos del esposo mientras el
esposo está con ellos? (Mt 9, 15).
Si estoy
contigo, Jesús, debo estar contento. ¿Qué podría entristecerme? A lo mejor,
pensar en mis defectos y que no soy perfecto me puede llenar de tristeza; pero
tu siempre estar al lado de los que necesitan remedio. Quizá, entonces, lo que
me podría entristecer es no tener algún bien material; pero tu nos enseñas que
las cosas de este mundo tarde o temprano desaparecen. Entonces, ¿qué puede
haber que me ponga triste? Si cuando algo sale mal o sucede una tragedia,
también te pones a mi lado a consolarme y ahí se me va la tristesa.
¨ Cuando te pongas
triste, piensa que está Jesús a tu lado, y cuéntale lo que te quita la alegría.
Propósito: reírme un montón.