martes, 31 de octubre de 2017

Elegir pensando en los demás

Proponía a los invitados una parábola, al notar cómo iban eligien­do los primeros puestos, diciéndoles: Cuando seas invitado por alguien a una boda, no te sientes en el primer puesto (Lc 14, 7-8)
Oye, Jesús, ¡qué cosas tienen las mamás! Fíjate, la mía dice, que lo que más le gusta es la fruta medio pasada, la rabadilla del pollo y la cabeza del pescado... Yo, que la conozco desde mi más tierna infancia, empie­zo a sospechar. Creo que lo hace, no por gusto, sino para que yo y mis hermanos comamos lo mejor. Iban eligiendo los primeros puestos… y el mejor sitio en el carro, y el sillón más cómodo y el plátano más grande en el postre, y jugar de delantero para marcar goles… ¡Qué vergüenza!
Dile a Jesús que a la hora de elegir pensarás siempre en los demás
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido (Lc 14, 11)
Jesús, que lejos están de Ti los creídos, los engañados, los perdona-vidas, los violentos, los dominantes, los… Jesús, que cerca están de Ti los sencillos, los sinceros, los mansos, los humildes, los niños. Todavía me acuerdo de una vez que iba en bici con la equipación completa, rodilleras, anteojos oscuros, cascos y todo. En la parada de una fuente se acercó un niño pequeño con su bici de patinetes. Se me quedó mi­rando y pregunto: −Oye, ¿tú eres de verdad? Me dio la risa pero pensé que en el fondo tenía razón aquel niño, yo iba de engañado y creído. Jesús, que ya no vaya más así por la vida
Jesús, humildad es andar en Verdad. ¿Soy de verdad?

Propósito: no ir de engañadito.