sábado, 25 de febrero de 2012

Jamás se ha oído decir…


Le presentaron unos niños para que los tocase (Mc 10,13).
Aquel niño travieso —¡qué bien conocía a su mamá! Cada vez que cometía alguna fechoría, alguna barrabasada, no esperaba a ser descubierto sino que, corriendo buscaba a su madre: —Mamá, mamá… Ésta, asustada por los gritos, acudía corriendo: —¿Qué pasa hijo mío? —¿Qué sucede? —Mama, la más linda del mundo… Y la mamá sonreía porque en seguida lo entendía todo. Hoy es sábado, el día de la semana dedicado a la Virgen ¿De qué lío me puede sacar mi Madre del Cielo? Pídele que te auxilie ¿No es acaso tu Madre?
u  Dile algunas cosas bonitos (piropos) a la Virgen.
Os aseguro que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y abrazándolos, los bendecía imponiendo las manos sobre ellos (Mc 10,16).
Siempre lo es, pero hoy de forma especial, ¡sábado!, es la ocasión de hacernos niños y rezar muchas veces el Acordaos, un auténtico chantaje emocional a la Virgen: Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre…
u  Sigue rezando otros Acordaos.
Propósito: rezar un Acordaos por cada uno de mi familia.