martes, 14 de febrero de 2012

Jueves 2. La Presentación del Señor. El Niño iba creciendo


Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la Ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, como está mandado en la Ley del Señor (Lc 2, 22-23).
Jesús, tus papás José y María —que te querían mucho— te llevaban al Templo de Jerusalén. A mí también mis papás —que me quieren mucho—, me llevan cada domingo a Misa. Pero no lo hacen por cumplir la ley, por el cumplimiento (cumplo-y-miento), sino por Amor a Dios. Jesús, en la Eucaristía me esperas para alimentar mi alma. Tanto me quieren mis papás que buscan que me alimente con el mejor alimento que existe: la Eucaristía. Hoy te pido para que a mi papá y mi mamá me los cuides, les dés salud y muchos años de vida; pero sobre todo que sean santos, que se ganen el cielo.
u  Sigue pidiendo por tus papis.
El Niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba (Lc 2, 22-40).
Gracias, Jesús, por los papás que tengo. Esta fiesta me explicaron que se llama también Candelaria porque se entraba a la Misa con una candela encendida. Pues te quiero pedir por todas las familias que conozco para que estén siempre encendida la luz de la fe en la Eucaristía, para que no se apague ninguna.
u  Háblale sobre las familias que conozcas.
Propósito: encenderle una candela a la Virgen en la casa.