Habiéndose
reunido una gran muchedumbre, comenzó a decir: Esta generación es una
generación perversa; busca una señal (Lc 11, 29).
Estas
palabras son duras, Jesús. Llamas perversa a esa gente, les dices que son
retorcidos y malvados. Y son malos porque no quieren creer, ni oírte, ni
seguirte. Habían visto muchos milagros pero se hacen los que necesitan todavía
más pruebas y señales para convencerse de que vale la pena seguirte. Yo veo milagros
todos los días: salud, familia, casa, unos papás que me quieren… y todavía me
cuesta convencerme de que vale la pena seguirte.
u Dale gracias por todas las cosas buenas que tienes.
(…)
y no se le dará otra sino la señal de Jonás (Lc 11, 29).
Esta
señal de Jonás es que estarías tres días en el sepulcro y luego resucitarías.
Jesús, yo no quiero señales ni que me convenzas. Lo que quiero es serte muy
fiel, y seguirte. Quiero hacerte caso en todo y no hacerme el rogado. Estar
siempre a tu lado, y como San Josemaría, ser un perrito que está a tus pies.
u Sigue por tu cuenta diciéndole a Jesús que vas a serle muy fiel.
Propósito: Ser como el perro de la portada del 3+2
de este mes.