martes, 12 de abril de 2016

Señor, danos siempre de ese Pan

Pues el pan de Dios es el que ha bajado del Cielo y da la vida al mundo. Ellos le dijeron: Señor, danos siempre de este pan. Jesús les respondió: Yo soy el pan de vida (Jn 6, 33-34).
María, Tú eres la mejor panadera del mundo. Muchos días mi mamá me pide que la acompañe a la panadería y me quedo empanado sin saber qué pan elegir. Hoy lo tengo claro: El mejor pan es tu Hijo en la Eucaristía. Pan hecho con trigo de primera: Si el grano de trigo no muere al caer en tierra, queda infecundo; pero si muere, pro­duce mucho fruto (Jn 12, 24). Madre mía, la Eucaristía es fruto del Amor de tu Hijo en la Cruz; es fruto de tu vientre. Como los discípulos yo también pediré: Señor, danos siempre de este pan.
La mejor Panadería la encuentro en la Misa. ¿Por qué no voy más veces?
Jesús les respondió: Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí no tendrá nunca sed (Jn 6, 35).
Madre mía, lo mío es una adolescencia permanente: Nada me satisface, todo me cansa, todo me aburre. Me prometen paraísos artificiales: lo pruebo todo, lo experimento todo y luego…me encuentro en infiernos terrenales. Mi corazón está inquieto, hecho para Dios y solo se satisface con Dios, con el Pan de Vida.
Piensa en el Sagrario más olvidado del mundo y dile con el corazón que le quieres.

Propósito: querer a Jesús, de verdad.