lunes, 26 de diciembre de 2016

San Esteban Protomartir Esto apenas empieza…

Dijo Jesús a sus apóstoles: «…darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. (Mt 10, 18)
Jesús, todavía me duele la garganta de los cantos del 24 y de ayer. Este año si me desquité de cantar y celebrar como buen hijo de Dios tu nacimiento. A mis papás les tocó levantarse para ir a trabajar, y yo, en cambio, me quedé en la casa. Iba a decir que me quedaba des­cansando pero el evangelio de hoy y la historia de San Esteban me han vuelto a la realidad. No me quiero quedar atrás y también quiero ser un protomártir, de los primeritos que dan testimonio de ti con sufrimiento. Y lo tengo fácil, hay que barrer la basura de los cohetes, tirar los papeles, y los envoltorios de los regalos; hay que lavar los platos para que esté lista la casa para año nuevo,...
Ayudar en la casa muchas veces requiere esfuerzo. Ese es el martirio que Dios te está pidiendo.
El que persevere hasta el final, se salvará (Mt 10, 22).
Ya se me estaba ocurriendo cómo zafarme de los encargos que me habían dado. Por abrir la bocota y llevármelas de protomártir me pusie­ron tanto oficio, me había dicho. Pero no, Jesús, te veo en el pesebre y te digo que hoy no me voy a dejar vencer por la pereza. Voy a trabajar como un burro.
A los niños chiquitos, el 26 les gusta jugar con sus regalos. No te hagas, a ti también, sobre todo si te han traído FIFA 2012. Pero antes, a ayudar, y después con la conciencia tranquila, ¡a jugar!

Propósito: Ofrecerme a recoger el relajo de las fiestas.