viernes, 12 de octubre de 2018

Virgen del Pilar, ruega por nosotros


El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado (Salmo 26).
Cuando los Apóstoles se repartieron el mundo entonces conocido, al Apóstol Santiago le tocó ir al sitio más lejano, el fin del mundo: Finis Terrae. El pobre Apóstol, desanimado, lloroso, repetía a orillas del Ebro: -¡Qué brutos son los hispanos, pero qué brutos…! No hay manera; si lo sé, no vengo. Y en esto, recibe la visita de la Virgen, que desde lo alto de un pilar, de una columna -la Virgen del Pilar-, le anima: -Hijo del Trueno, sigue, no te canses de mis hijos hispanos; que lo que tienen de brutos lo tienen de buenos. Y por eso estamos aquí tú y yo, muy brutos, pero en el fondo muy buenos.
Dale las gracias al Apóstol y proponte ser algo menos bruto.
Pero Él replicó: Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan (Lc 11, 27-28).
Hoy es la fiesta de la Virgen del Pilar. En esa tierra de Aragón, los niños aprenden a decir: Virgen del Pilar, antes morir que pecar. ¡Me atrevo a decirle eso a la Virgen?
Dile a la Virgen, pero de verdad: Virgen del Pilar, antes morir que pecar.
Propósito: Decirle muchas cosas bonitas a la Virgen.