Si el mundo os odia, sabed que antes que
a vosotros me ha odiado a mí. (…) Si me han perseguido a mí, también a vosotros
os perseguirán (Jn 15, 18.20).
Hoy es sábado, el día de la Virgen en el mes de la Virgen. Un día
más mariano no se puede pedir. Madre mía, ¿estás contenta? En lo que queda del
mes de Mayo, voy a esforzarme por darte un montón de flores, flores de
oraciones, sacrificios, trabajo bien hecho y apostolado. Por eso hoy, nada más
levantarme, como todo los días, he rezado el Oh Señora mía (…) os ofrezco
en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón. Hoy sí; hoy de
verdad, te doy mi corazón. ¡Ay…! ¡Perdona…! Se me había olvidado. Tendrás que
compartirlo con tu Hijo. También he rezado el Jesusito de mi vida (…) y
te doy mi corazón, tómalo, tuyo es y mío no. Bueno, entre los dos se
lo reparten, aunque sea un poco pequeño, este corazón mío.
u Pídela
a la Virgen que te agrande el corazón.
Pero os harán todas estas cosas a causa
de mi nombre (Jn 15, 21).
Madre mía, ¡que no puedo vivir sin corazón…! ¡Necesito urgentemente
un trasplante! Hoy, que es sábado, te pido este regalo. Quiero un corazón misericordioso
como el de tu Hijo, o si no, un corazón inmaculado como el tuyo. Te pido un
corazón limpio y corazón que se preocupe de los demás.
u Que lo
que pides sea acompañado de obras: ¿qué apostolado voy hacer hoy?
Propósito: Flores de limpieza y de
apostolado para la Virgen