Pedid lo que queráis y se os concederá
(Jn, 15, 7).
Jesús, ¿Te he hablado de San Pascual Bailón? Es uno de mis santos
predilectos. Sobre todo por lo de Bailón. O ¿es qué para ser santo hay que
tener la cara triste y aburrida? A los que somos fiesteros nos gusta la
música y el bailoteo. ¿Y Tú, Jesús, bailabas…? Pues claro que si: primero entre
los brazos amorosos de tu mamá mientras te dormía; después, jugando en la plaza
de Nazaret con tus amigos: Hemos tocado la flauta y no habéis bailado….
u Y yo,
cuando bailo, ¿le dejo sitio a Dios?
En esto es glorificado mi Padre, en que
deis mucho fruto y seáis discípulos míos (Jn 15, 8).
Aquella chica se vio metida en una encerrona por parte de sus malas
amigas. Se encontró en una pista de baile entre los brazos de un chico pulpo.
Como este se arrimaba demasiado le dice: —Oye, ¿tú crees en Dios? —Pues,
si, claro. —Pues vamos a dejarle sitio. Decía San Agustín que el que
canta reza dos veces. ¿Y el que baila? Pues el que baila… —¡El
que baila afirmaba Juan Pablo II— reza tres veces! Pedid lo
que queráis y se os concederá. Madre mía, hoy te pido, por la intercesión
de San Pascual Bailón que mi baile sea siempre ocasión de glorificar más
a Dios.
u ¿Soy
coherente cuando voy a fiestas?
Propósito: una coherencia alegre