lunes, 8 de junio de 2015

Amigos

Al salir de la barca, en seguida le salió al encuentro desde los sepulcros un hombre poseído por un espíritu inmundo, que vivía en los sepulcros y nadie podía tenerlo sujeto ni siquie­ra con cadenas; porque había estado muchas veces atado con grilletes y cadenas, y había roto las cadenas y deshecho los grilletes, y nadie podía dominarlo (Mc 5, 2-4).
A este pobre hombre no le querían sus amigos y vecinos. Jesús, aquella gente al verle endemoniado en vez de rezar por él y de llevarlo algún rabino para que le hiciera un exorcismo, simplemente lo ataron con ca­denas y grilletes. Se quitaron el problema de encima para seguir con su vida. Jesús, a veces me pasa que yo también en vez de ayudar a mis amigos que andan como en-satanados (es decir, portándose mal) les coloco la cadena de la indiferencia y me hago el loco para seguir con mi vida.
u Cuéntale a Jesús sobre tus amigos y reza por ellos.
Al ver a Jesús desde lejos, corrió y se postró ante él (Mc 5, 6).
Aquel hombre comienza su curación por ponerse de rodillas frente a Ti. Jesús, que sepa ayudar a mis amigos rezando por ellos y luego animán­doles a que se pongan de rodillas en la confesión y la Eucaristía. Jesús, ayúdame a saber querer de verdad a mis amigos. Que no sea indiferen­te, ni una momia de lento para ayudar a mi familia y mis amigos.
u Pídele a Jesús que te aumente la Fe y que te ayude a ser valiente para hacer apostolado.

Propósito: querer de verdad a mi familia y mis amigos.