Al salir de la barca, en seguida
le salió al encuentro desde los sepulcros un hombre poseído por un espíritu
inmundo, que vivía en los sepulcros y nadie podía tenerlo sujeto ni siquiera
con cadenas; porque había estado muchas veces atado con grilletes y cadenas, y
había roto las cadenas y deshecho los grilletes, y nadie podía dominarlo (Mc 5,
2-4).
A este
pobre hombre no le querían sus amigos y vecinos. Jesús, aquella gente al verle
endemoniado en vez de rezar por él y de llevarlo algún rabino para que le
hiciera un exorcismo, simplemente lo ataron con cadenas y grilletes. Se
quitaron el problema de encima para seguir con su vida. Jesús, a veces me pasa
que yo también en vez de ayudar a mis amigos que andan como en-satanados (es
decir, portándose mal) les coloco la cadena de la indiferencia y me hago el
loco para seguir con mi vida.
u Cuéntale a Jesús sobre
tus amigos y reza por ellos.
Al ver a Jesús desde lejos,
corrió y se postró ante él (Mc 5, 6).
Aquel
hombre comienza su curación por ponerse de rodillas frente a Ti. Jesús, que
sepa ayudar a mis amigos rezando por ellos y luego animándoles a que se pongan
de rodillas en la confesión y la Eucaristía. Jesús, ayúdame a saber querer de
verdad a mis amigos. Que no sea indiferente, ni una momia de lento para ayudar
a mi familia y mis amigos.
u Pídele a Jesús que te
aumente la Fe y que te ayude a ser valiente para hacer apostolado.
Propósito:
querer de verdad a mi familia y mis amigos.