Él les preguntó: ¿De quién son
esta cara y esta inscripción? Le respondieron: Del Cesar (Mc 12, 16).
Jesús, a
veces, al encontrarme con alguien por la calle me viene a la cabeza: ¿Pero
dónde he visto yo antes esa nariz? ¿Aquella sonrisa? ¿Ese gesto?... Son rasgos
que identifican a una familia: ¿Sos hijo de…? ¿Hermano de…? De los parecidos se
sacan familias. ¿De quién son esta cara y esta inscripción? Jesús, me miro al
espejo y pienso: Soy Hijo de Dios; estoy hecho a su imagen y semejanza; soy
otro Cristo, el mismo Cristo. Jesús, ayúdame a no dar gato por liebre, que sepa
reflejar tu luz y tu imagen a los que me rodean. Ayúdame a ser un sembrador de
paz y de alegría.
u Jesús, aunque soy
bastante incoherente quiero reflejar siempre tu rostro.
Y nosotros, que llevamos la cara
descubierta, reflejamos la Gloria del Señor y nos vamos transformando en su
imagen con resplandor creciente; así es como actúa el Señor (2 Cor 3,15-4.1).
Jesús, que
cuando me vean, Te vean. Por eso te pido el don de la sonrisa. No una sonrisa
cualquiera: hay sonrisas mentirosas, irónicas, despectivas... se puede matar
con una sonrisa. No, te pido tu sonrisa, que es una mezcla de la sonrisa alegre
de niño con la sonrisa serena, llena de paz de los viejitos. Jesús, dame tu
sonrisa. Que en este año mariano por la familia, a través de mi buen humor sepa
acercarte muchas almas a Ti, especialmente a mi familia.
u ¿Sonrisa Close-up®, Colgate®, Crest…? No, la sonrisa amable
de Cristo. ¿Saludo a todos con una sonrisa?
Propósito:
Sonreír siempre