sábado, 27 de junio de 2015

Don Álvaro

Por sus frutos los conoceréis: ¿acaso se cosechan uvas de los espinos o higos de las zarzas? (Mt 7, 16).
Jesús, he estado leyendo algunas cosas sobre don Álvaro y me ha im­presionado que durante los 19 años que estuvo al frente del Opus Dei rezó, empujó y animó a que se comenzara a trabajar en 20 nuevos paí­ses, entre ellos Honduras y Nicaragua. Pues en esto queda claro que por sus frutos los conoceréis. No se trata de quedarse sólo en buenas inten­ciones si no trabajar de verdad. Jesús, que no me quede en buenas intenciones, quiero dar mucho fruto.
u Cuéntale a Jesús cuáles son los frutos que te gustaría poder ofrecerle.
Así, todo árbol bueno da frutos buenos, y todo árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede dar frutos malos, ni un árbol malo dar frutos buenos (Mt 7, 17-18).
Don Álvaro escribió: “un trabajo bien hecho no es lo mismo que un tra­bajo que sale bien. Las abejas estructuran perfectamente los panales y producen una miel sabrosísima, pero no trabajan porque no son capa­ces de amar. Lo que importa es la actitud interior, no los resultados. (…) Dios se fija en el corazón: ahí se encuentra la clave de una tarea bien o mal terminada”.
u ¿Qué ve Dios en tu corazón?

Propósito: Rezarle a don Álvaro