domingo, 15 de julio de 2018

Con “S” de Superman


En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos. (Mc 6, 7).
Un día, viendo una de esas películas de Marvel, mi hermanito, que aunque está en cuarto grado es muy listo, me dijo “has visto que casi todas las historias de superhéroes son de uno que era normal y que un día le dieron superpoderes”. Como soy un poco soberbio, le rebatí que no era el caso de Superman y algún otro. Mi hermanito, sobre la marcha, me dijo que una cosa era Marvel y otro DC Comics. En fin, ahora, ya a solas contigo Jesús, te acepto que a mí también me en­cantaría recibir algún tipo de poder. Y al leer este trocito del evangelio, descubro que esos “superpoderes” ya los he recibido en el bautismo, en la Eucaristía, en cada confesión, etc.
Usa tu vista superpoderosa para descubrir a un amigo necesitado.
Los discípulos se fueron a predicar el arrepentimiento. Expulsaban a los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban. (Mc 6, 12-13).
Los superhéroes detienen a los villanos, que con su maldad destruyen ciudades enteras. En la vida real eso no pasa (lo de los superhéroes). Pero sí hay pecado, que destruye vidas, poblados, ciudades enteras. El poder de la gracia, es capaz de arremeter contra todos esos males. Me emociona pensar que realmente… tengo poderes.
Usa tu superfuerza para vencer tu pereza y ponerte a ayudar en casa.
Propósito: Ser verdadero superhéroe