“¿Quién
es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y, señalando con la manos a sus
discípulos, dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos” (Mt 12, 48-49).
Si hubiera estado ahí, después
de oír eso, hubiera agarrado mi celular y me habría hecho una selfie con Jesús.
¡Qué nivel de foto hubiera salido! Además, podría haber puesto al publicarla
“con mi familia”. Ser hijo de Dios es realmente tener a Dios como Padre y a
Jesús como hermano. Más aún, es ver a los demás, como hijos del mismo Papá, y
también como hermanos. ¡Qué honor, Jesús! Ahora si me siento bien VIP.
Piensa si
estás tratando a la gente que te rodea como hermanos.
“Pues
todo el que cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi
hermano, y mi hermana, y mi madre”. (Mt 12, 50).
¿Qué tal si hubiera una app
llamada “hacelavoluntadediosimetro” que bloquea las fotos en las que sale Jesús
cuando uno no procura hacer su voluntad? ¿Se me habría borrado el “selfie” con
Jesús? A veces eso de hacer tu voluntad, Jesús, no sale tan fácil. Sé que a ti
también te costó aceptar la voluntad de tu Padre antes de la Pasión. Hasta
sangre sudaste. Yo aún no he llegado a ese extremo. Además, lo más duro que me
ha tocado hacer, es quedarme sin ver un partido del mundial porque tenía una
tarea.
Piensa si no
exageras un poco cuando hablas de cosas “difíciles”.
Propósito:
no retrasar las cosas difíciles de hacer