lunes, 30 de julio de 2018

Pequeñas grandes cosas


Sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su campo. Es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece es mayor que las hortalizas y se hace como un árbol, hasta el punto que los pájaros del cielo pueden anidar en sus ramas (Mt 13, 31-32).
Dicen que el camino al infierno está empedrado con “buenas inten­ciones”; y el que va al cielo, también, pero buenas intenciones que terminaron en buenas obras. Una buena intención es algo chiquito, pero cuando termina en una buena obra se convierte en algo gran­de. Una ayudadita para resolver una duda de mate puede terminar en una buena nota en un examen y eso, después, en pasar de grado.
¿Cuántas de tus buenas intenciones han terminado en obras?
Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con pará­bolas, y sin parábolas nada les decía (Mt 13, 34-35).
Jesús, nos tratas con tanto cariño. Tienes cosas tan grandes e impor­tantes que comunicarnos, y lo haces de manera que podamos en­tenderte. Esas pequeñas historias explican cosas profundísimas. Poner atención a algo pequeño ayuda en lo grande. Una pequeña historia puede ayudar a llevar a cabo la gran historia de la propia vida. A veces, son cosas que ya sé, pero aun así, no termino de asimilarlas.
Pídele a Jesús no despreciar lo sencillo.
Propósito: terminar lo que te habías propuesto para hoy