sábado, 18 de abril de 2020

Alégrate Reina del Cielo


Habiendo resucitado, al amanecer del primer día de la se­mana, se apareció, en primer lugar, a María Magdalena (Mc 16, 9).
¡Aquí falta algo!.. Por no decir lo evidente: que Jesús se apareció en pri­mer lugar a su Santísima Madre. ¡No iba a ser de otra manera!: María, la Madre de Jesús, esperaba el amanecer del domingo con fe, espe­ranza y amor. ¡Madre!, le dijo Jesús, ten fe porque al tercer día volveré, al tercer día resucitaré. María lo sabe y pasa toda la noche en oración.
Hoy, acompaña también a la Virgen.
Dile lo mucho que tú también quieres a Jesús.
La luna ya se ha ocultado. Un rayo de luz penetra en la habitación. Nace el nuevo sol con más alegría que nunca: ¡Es el Domingo de Resurrección, el Día del Señor! María está despierta, en espera. Con las primeras luces, una voz inconfundible: —¡Madre!, —¡Hijo mío!, Jesús mío. María cae de rodillas y Jesús la levanta y la abraza. Los Ángeles, que contemplan emocionados la escena, no pueden contenerse ya más y cantan a pleno pulmón: Alégrate, Reina del Cielo, aleluya / Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya / Ha resucitado, se­gún predijo; aleluya / Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya / Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.
Sigue saboreando el Regina Coeli como si fuera un caramelo.
Propósito: rezar el Regina Coeli.