Si vosotros
permanecéis en mi palabra, sois en verdad discípulos míos, conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8, 31-32).
Jesús, ¡cuánta mentira veo a mi alrededor!, ¡cuánta apariencia!,
¡cuánta falsedad! Veo como hablan algunos de mis amigos, como se arreglan
algunas de mis amigas, como se visten y pienso: ¡Qué gran mentira! Lo peor de
todo es que a mí me pasa lo mismo: me gusta aparentar, fijarme en la “marca”,
provocar… Jesús, Tú quieres que vaya bien, a la moda, elegante… Nada hay tan
hermoso ni tan atractivo como el esplendor de la Verdad, la verdad en mi vida;
una verdad que libera.
Dile
a Jesús que quieres ser de Verdad, Auténtico, Cristiano 100%
Le respondieron: Somos
linaje de Abrahán y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os
haréis libres? Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo: todo el que
comete pecado, esclavo es del pecado (Jn 8, 33-34).
Jesús, a veces se me llena la boca cuando digo: ¡Soy libre! Y
resulta que luego no soy capaz de levantarme a la hora, o soy esclavo de un
capricho, o prisionero de un programa de Tv… ¿Soy libre? Me parece que no,
hasta que rompa esas cadenas que me esclavizan: las 7 cadenas de los pecados
capitales, las 7 cadenas de series de televisión, las cadenas de algunas
amistades que me pervierten.
¿Qué
cadenas voy a romper hoy? ¡Cuento con toda la gracia de Dios!
Propósito: liberarme de alguna cadena.