Quien es fiel en lo poco también es
fiel en lo mucho; y quien es injusto en lo poco también es injusto en lo mucho
(Lc 16, 10).
Sabes,
Jesús, que estamos en el mes patrio. Ya han pasado los desfiles y los tambores,
el estar cantando el himno, etc. Pero, hoy te pido por tanta cosa mala que sale
en los periódicos, por la corrupción, los secuestros y extorsiones, por la “mano
de mono” que dicen hay en tantos negocios. Jesús, que cumpla bien mis
obligaciones –en casa, en el colegio, con los amigos–, que así hago grande mi
patria y me gano un lugar en la Patria definitiva –el Cielo–.
u Repasa
con el Señor tus pequeñas infidelidades, para corregirte.
Ningún criado puede servir a dos
señores, pues odiará a uno y amará al otro, o preferirá a uno y despreciará al
otro. No podéis servir a Dios y al dinero (Lc 16, 13).
Jesús,
¡cuánta gente adora al dinero!, a veces hasta yo me dejo llevar. Hay gentes que
dicen que el dinero es bueno, otras que es la causa de todos los males. A veces
se me mete que necesito ropa de marca, que tengo que andar la billetera bien
llena, etc. Ayúdame, Jesús, a utilizar el dinero y las cosas materiales para
servirte a Ti y a los demás; a no ser avaricioso, a prestar mis cosas, a dar
limosna. Que mi corazón no se llene de cachivaches que no sirven para nada, que
se llene de un amor con obras a Ti y a los demás. Que me preocupe de hacer
mucho apostolado.
u Y
ahora repasa también si sirves al dinero, al Ipod y a Abercrombie.
Propósito: Ser generoso –de lo “mío”–
en la limosna de la Misa.