domingo, 18 de septiembre de 2011

¿Dios vs dinero?


Quien es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho; y quien es injusto en lo poco también es injusto en lo mucho (Lc 16, 10).
Sabes, Jesús, que estamos en el mes patrio. Ya han pasado los desfiles y los tambores, el estar cantando el himno, etc. Pero, hoy te pido por tanta cosa mala que sale en los periódicos, por la corrupción, los secuestros y extorsiones, por la “mano de mono” que dicen hay en tantos negocios. Jesús, que cumpla bien mis obligaciones –en casa, en el colegio, con los amigos–, que así hago grande mi patria y me gano un lugar en la Patria definitiva –el Cielo–.
u  Repasa con el Señor tus pequeñas infidelidades, para corregirte.
Ningún criado puede servir a dos señores, pues odiará a uno y amará al otro, o preferirá a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero (Lc 16, 13).
Jesús, ¡cuánta gente adora al dinero!, a veces hasta yo me dejo llevar. Hay gentes que dicen que el dinero es bueno, otras que es la causa de todos los males. A veces se me mete que necesito ropa de marca, que tengo que andar la billetera bien llena, etc. Ayúdame, Jesús, a utilizar el dinero y las cosas materiales para servirte a Ti y a los demás; a no ser avaricioso, a prestar mis cosas, a dar limosna. Que mi corazón no se llene de cachivaches que no sirven para nada, que se llene de un amor con obras a Ti y a los demás. Que me preocupe de hacer mucho apostolado.
u  Y ahora repasa también si sirves al dinero, al Ipod y a Abercrombie.
Propósito: Ser generoso –de lo “mío”– en la limosna de la Misa.