jueves, 15 de septiembre de 2011

Mater Dolorosa y Patria dolida


Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás, y María Magdalena (Jn 19, 25).

Siempre me conmueve imaginarme a la Virgen al lado de la Cruz. Me gusta recordarla especialmente cuando ando flojo y medio tentado. Y más de alguna lagrimita se me escapa cuando rezo aquel himno que se llama Stabat Mater: Oh Madre, fuente de amor!, / hazme sentir tu dolor / para que llore contigo: / y que, por mi Cristo amado, / mi corazón abrasado / más viva en Él que conmigo. Te pido hoy que estas lágrimas no sean de cocodrilo sino que saque propósitos de consolar a la Virgen porque me decido a santificar mi estudio y hacer mucho apostolado.

u  Repite despacio esta estrofa del himno Stabat Mater.
Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a su madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Después dice al discípulo: He ahí a tu madre. (Jn 19, 26-27).

Señora de los Dolores, hoy no puedo sino pedirte otra vez por esas mamás de mi tierra a las que les llevan a sus hijos baleados… Tú, que sabes lo que es tener a un Hijo asesinado entre los brazos y que eres Madre Nuestra, haz que haya paz en nuestra Patria… y haz que haya paz en mi familia, y en todas las familias de esta Patria grande que es la tierra entera. ¡Somos tus hijos, haz que nos queramos!

u  Pide mucho a la Virgen por todos sus hijos, tus hermanos, todos los compatriotas.

Propósito: Rezar los Misterios Dolorosos por las familias y la paz.