sábado, 6 de julio de 2013

Alegría

Entonces se le acercaron los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos con frecuencia, y en cambio tus discípulos no ayunan? (Mt 9, 14).
Como los apóstoles están junto a Ti, Jesús, vivían con una gran alegría. Y la alegría se les notaba en la sonrisa, en la amabilidad, en el gozo de saber que estaban junto a Ti. Y esto lo entiendo bien, cuando estoy en gracia estoy contento. Cuando me hago el loco contigo o hago algo que sé que no te gusta me entra la tristeza y el andar de malas. Entonces ando peleando, buscando pleito, o molestando a los de­más, o hago las cosas buenas como una momia.
·         Sigue hablándole sobre los momentos en que estás de mal humor.
Jesús les respondió: ¿Acaso pueden estar de duelo los amigos del esposo mientras el esposo está con ellos? (Mt 9, 15).
Si estoy contigo, Jesús, estoy contento. Quiero darte muchos frutos de santidad y apostolado. Eso me recuerda que tengo que luchar por estar siempre alegre por aquello que escribió San Josemaría: Caras largas..., modales bruscos..., facha ridícula..., aire antipático: ¿Así es­peras animar a los demás a seguir a Cristo? (Camino n. 661). Ayúdame Jesús a concretar mi lucha.
·         ¿A qué hora del día estás de mal humor? ¿Al hacer apostolado se me nota la alegría?

Propósito: estar alegre.