El Reino de
los Cielos es semejante al grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en
su campo; es ciertamente la más pequeña de todas las semillas, pero cuando ha
crecido es la mayor de las hortalizas, y llega a ser como un árbol, hasta el
punto de que los pájaros del cielo acuden a anidar en sus ramas (Mt 13, 31-32).
Leyendo esto
me identifico, Jesús. Soy un grano de mostaza que está empezando a crecer y que
tiene el deseo de llegar a ser un árbol grande que dé muchos frutos y cobijo a
otros pájaros. Me doy cuenta que me tengo que dejar abonar y que me echen
fertilizante para crecer grande y fuerte por dentro y por fuera. Y ahora que lo
pienso, ¿me dejo ayudar? La verdad, Jesús, es que a veces me hago un poco el
loco para ir hablar con el sacerdote o con aquel que yo sé que me puede ayudar.
·
¿Cuido la charla de dirección espiritual?
Les dijo otra
parábola: El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que toma una mujer
y mezcla con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta (Mt 13, 33).
Jesús,
hablas mucho de dar fruto, de ser levadura, de influir y cambiar el ambiente y
las personas. Jesús, ayúdame a dar muchos frutos, frutos de apostolado entre
mis familiares, amigos, compañeros y conocidos.
·
Concreta con Jesús el apostolado que vas a hacer esta semana.
Propósito: Apostolado ya.