domingo, 11 de agosto de 2013

El microondas

¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo encuentre portándose así. (Lc 12, 42-43).
Hace unos meses, a los vecinos los visitó la policía. Más que a los vecinos, fue a la hija. A la señorita no se le ocurrió mejor idea que montar una fiesta aprovechando que sus papás estaban de viaje. Es una buena persona, pero se ve que la fiestecita o reunión se le fue de las manos. “Cuando no está el gato, los ratones hacen fiesta”, dijo mi mamá. Quizá los papás puedan irse, o la policía no llegar, pero tú nunca te separas de nuestro lado. Jesús, no permitas que me olvide de esto, que siempre sea consciente de tu presencia.
·        ¿Ya pensaste algo para tener más “presencia de Jesús”?
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá (Lc 12, 28).
A tu lado nadie es menospreciado. A todos se les exige, siempre según sus capacidades, pero se les exige. Jesús, me suelo quejar cuando tengo un profesor exigente o un entrenador exigente. A veces hasta se me sale un “¡Qué se cree ese…!” Me da miedo que, en un arrebato de esos, me entre también por decírtelo a ti. Necesito que me exijan. Necesito que me animen a dar más. ¡Ay de mí si no me exigieran, incluso los domingos!
·        Hoy domingo, día de descanso ¿en qué me voy a exigir?

Propósito: exigirme y ayudar en la casa para que mis papás descansen.