lunes, 12 de agosto de 2013

En la Cruz la alegría y la paz

“El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hom­bres; lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar”. Al oír esto, los discípulos se llenaron de tristeza. (Mt 17, 22, 23).
Creo que los discípulos no pusieron atención a lo que oían. Jesús aca­baba de decir “resucitar”. Quizá su atención llegó hasta la parte de “lo van a matar”. A mí me pasa a veces igual, Jesús. Me quedo en el esfuerzo a medias que conlleva ser puntual, constante, dedicado en los estudios, y se me olvida que después de la muerte sigue la vida. Tengo que morir en mis estudios, en mis encargos, en mi amistad.
·        Bueno, no seamos tan exagerados. Morir, morir… Jesús en la Cruz, de ahí para bajo ningún esfuerzo es para tanto.
“¿Acaso tu maestro no paga el impuesto?” Respondió Pedro: “Sí lo paga” (Mt 17, 24-25).
Zafarse. Eso es lo que hace uno para no asumir responsabilidades. A Pedro le preguntaron: ¿va a pagar Jesús el impuesto o se va a “zafar”? De ahí viene aquello otro del “zafe”, o cómo le digan en otros lugares. Jesús no se zafa. Asume sus responsabilidades, también en lo huma­no. En las noticias a veces sale alguno al que agarraron por no pagar impuestos. La gente no los paga para ganar más, y a la larga para llevar una vida más cómoda (pero una comodidad estresante). Igual pasa cuando uno se zafa de estudiar.
·        Paga tus impuestos: se responsable. Que tenga fondos tu Visa de oración, es decir reza y trabaja con responsabilidad.

Propósito: No zafarme.