Entonces le presentaron unos niños, para
que les impusiera las manos y orase… (Mt 19, 13).
Tan atrayente es tu persona, Jesús, que las mamás querían que les
impusieras las manos y les dieras una bendición a sus niños. Creo que fue el
Papa Benedicto quien escribió que los que se encuentran junto a Ti son como un
oasis, un lugar donde hay agua y descanso en medio del desierto de este mundo.
Y es que los buenos atraen y los malos repelen. Yo quiero estar muy cerca de Ti
y atraer muchas almas que luego te amen. ¡Qué envidia, Jesús, me dan los que
son como un oasis! Aunque, pensándolo bien, más cerca que en la Comunión,
imposible. Quiero aprender a volar en tu Amor.
·
Habla con Jesús sobre
cómo puedes unirte más a Él.
Y después de imponerles las manos, se
marchó de allí (Mt 19, 15).
Jesús, lo que te interesa es unir a la gente con Dios Padre. Una
vez que les impones las manos y rezas por ellos, sigues adelante en tu camino.
Lo que quieres es que amen a Dios Padre como le amas Tú. Y yo, como te lo he
dicho antes, cada vez que hago algo bueno quiero reconocimiento y
agradecimiento. Me inflo de orgullo y placer al saber que he hecho algo bueno.
Jesús, yo quiero unirme a Ti, y trabajar con la única intención unir a los
demás con Dios Padre. Quiero ser un oasis para los demás, pero por puro amor a
Ti.
·
¿Qué puedo hacer para
unir a los demás con Dios? HOY.
Propósito: Ser un oasis o al
menos un pozo de agua fresca.