jueves, 31 de julio de 2014

De visita

Ellos le contestaron: Sí (Mt 13, 51).
Hoy es jueves. Día para pensar sobre la Eucaristía. Jesús, te quedas en un pedacito de pan para que yo te tenga cerca y pueda venir a visi­tarte las veces que quiera. A veces me da pereza, no quiero pasar al oratorio o a la capilla. Qué fácil es llegar, hacer una genuflexión bien hecha y decirte unas palabras de cariño. Pero no, a veces me pesan los pies, como si fueran de plomo, y no quiero pasar. Otras veces, no son las los pies de plomo, sino que me da vergüenza. Es absurdo pero a veces uno reacción ante sus amigos como si fueran de saber qué religión fundamentalista, que de un momento a otro me van a cortar la cabeza por profesar mi fe públicamente.
u  Dile a Jesús ¡Sí!, voy a visitarte al Sagrario.
Todo maestro de la ley que se ha hecho discípulo del Reino de los cielos, es como un padre de familia que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas (Mt 13, 52).
Delante del Santísimo todo se ve diferente. Hay un no sé qué que hace que fluya la oración. A veces basta hacer como decía aquel campesino del pueblo del Cura de Ars, “Yo le miro y Él me mira”. Mirarle. Eso ya es sacar tesoros nuevos y viejos. Los tesoros viejos, de última tecnología, son los propósitos nuevos o cosas que no me había dado cuenta que puedo mejorar. Los tesoros viejos, o tesoros “retro”, son cosas ya sabidas pero que vale la pena volver a poner de moda en mi vida.
u  Qué tal un collage de propósitos: moderno con algo retro.

Propósito: Vivir moda pro y retro a la vez: visitar el Sagrario.

miércoles, 30 de julio de 2014

La Perla

El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. (Mt 13, 44).
Escucho estas palabras, Jesús, y me doy cuenta de que a veces, en vez de venderlo todo para comprar el campo, ando viendo quién me compra el campo. Ando viendo cómo me zafo de las tareas, cómo como en clase sin que me cachen, cómo duermo en el aula sin que el profesor se dé cuenta, y así un sinfín de cosas más. No me veo que soy un privilegiado por tener educación.
u  Piénsalo un momento, el estudio es un gran tesoro.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra. (Mt 13, 45).
¿Y yo cómo podría vivir esto que me planteas en el Evangelio, Jesús? ¿Cuál es esa perla valiosa que debo cuidar tanto? Lo único que sé de joyas es que mi mamá las suele usar para verse linda en las reuniones. Eso me hace pensar en mi familia. Hay muchas perlas de gran valor, pienso que una de ellas es mi casa: mi papá, mi mamá, mis herma­nos. Pierdo mi perla cuando me encierro jugando videojuegos, cuan­do me salgo a la calle y no regreso sino hasta muy tarde. La pierdo cuando en vez de comer con todos, como viendo la tele en la sala.
u  Piensa qué más cosas haces en las que pierdes la Perla.

Propósito: comer siempre que sea posible con algún miembro de mi familia

martes, 29 de julio de 2014

Cara de vaca

Sus discípulos y le dijeron: “Explícanos la parábola de la ciza­ña del campo”. (Mt 13, 36).
Los discípulos son humildes y no tiene pena de preguntar lo que no entienden. Otro quizá hubiera puesto cara de inteligente aunque no captara nada, o como dicen, ponen “cara de vaca”: ojos como pla­tos, mirada perdida y boca entreabierta. Cuántas cosas se pierden cuando no se es humilde. Yo no quiero perderme tus enseñanzas, Jesús. Quiero captar hasta el porqué de los detalles más pequeños. Voy a levantar más la mano cuando esté contigo, Jesús.
u  Más vale un instante de vergüenza que una vida de ignorancia.
El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su reino a todos los que fueron causa de tropiezo y a los mal­vados, y los echarán al horno de fuego. Allí llorarán y les re­chinarán los dientes. (Mt 13, 41-42).
La ignorancia es atrevida, dice el refrán. Mucha gente hace el mal por ignorancia. Jesús, cuando estaba en la cruz, pidió a su Padre que perdonara a los que lo crucificaban porque “no sabían lo que ha­cían”. Por no preguntar, por no averiguar bien, uno puede convertirse en causa de tropiezo, puede terminar obrando el mal. En cambio, cuando se sabe preguntar lo que no se entendió, se hace mucho bien a los demás. Quizá por eso me peleo a veces con mis papás. No pregunto el porqué de las cosas que me indican, y sólo las juzgo de injustas.
u  Si no entiendo, pregunto, así obedezco más rápido y mejor.

Propósito: preguntar antes de juzgar

lunes, 28 de julio de 2014

Pequeñas grandes cosas

Sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su campo. Es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece es mayor que las hortalizas y se hace como un árbol, hasta el punto que los pájaros del cielo pueden anidar en sus ramas (Mt 13, 31-32).
Dicen que el camino al infierno está empedrado con “buenas inten­ciones”; y el que va al cielo, también, pero buenas intenciones que terminaron en buenas obras. Una buena intención es algo chiquito, pero cuando termina en una buena obra se convierte en algo gran­de. Una ayudadita para resolver una duda de mate puede terminar en una buena nota en un examen y eso, después, en pasar de grado.
u  ¿Cuántas de tus buenas intenciones han terminado en obras?
Jesús expuso todas estas cosas por medio de parábolas a la gente, y nada les decía sin utilizar parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el profeta: “Hablaré por medio de parábolas, publicaré lo que estaba oculto desde la crea­ción del mundo (Mt 13, 34-35).
Jesús, nos tratas con tanto cariño. Tienes cosas tan grandes e impor­tantes que comunicarnos, y lo haces de manera que podamos en­tenderte. Esas pequeñas historias explican cosas profundísimas. Poner atención a algo pequeño ayuda en lo grande. Una pequeña historia puede ayudar a llevar a cabo la gran historia de la propia vida.
u  Pídele a Jesús no despreciar lo sencillo.

Propósito: terminar lo que te habías propuesto para hoy.

domingo, 27 de julio de 2014

Hasta el que insulta

El Reino de los cielos se parece también a la red que los pesca­dores echan en el mar y recoge toda clase de peces (Mt 13, 47).
Un domingo como hoy, estábamos con mi familia en Misa cuando vi que a pocas bancas de la nuestra estaba un tipo que nos había insultado en el tráfico hacía unos días. “¡Cómo puede ese salvaje venir a Misa!”, pensé para mis adentros. Le hice señas a mi papá para que lo viera, pero ni caso me hizo. Después de Misa, ya en la casa, me llamó aparte y me dijo que debíamos alegrarnos de que esa persona estuviera en Misa, y que aquel hombre, al igual que nosotros, necesi­taba a Dios en su vida. Pues resulta que algo similar dijo el sacerdote en la homilía.
u  Y quién te engaño haciéndote creer que eras perfecto.
Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados, ponen los buenos en ca­nastos y tiran los malos (Mt 13, 48).
¡Caben todos! En la Iglesia caben hasta los más malvado, pero eso sí, tarde o temprano tendrán que cambiar. Aquí viene la gran responsabi­lidad: si voy a Misa, si rezo, si hago oración con el 3+2, eso se tiene que notar. El Espíritu Santo está a cada rato insistiendo, empujando, y uno tiene que dejarse. Quizá esa es la palabra “dejarse”. Por eso a veces dicen “es que vos no te dejas”. Me quiero dejar, Jesús, quiero dejar que tu amor me transforme y que se note que estoy en la Iglesia. Voy a portarme bien, voy a estudiar, voy a obedecer, voy a ser buen amigo.
u  ¿Qué cosas serán esas en las que no te dejas?

Propósito: No juzgar a nadie, y ayudar en la casa

sábado, 26 de julio de 2014

Religión a la Wikipedia

Mientras todos dormían, vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo, y se fue. Y cuando creció la planta y se formó la espiga, apareció también la cizaña. (Mt 13, 25-27).
Desde hace algún tiempo, Jesús está sembrando su palabra en mi corazón, pero vengo yo “de bruto” y me pongo a buscar respuestas a mis dudas en Internet. Ya se ve que eso de sólo copiar y pegar de la Wikipedia, también existe en la vida espiritual. No me gustaría tener una vida espiritual “chafa”; o, peor aún, creer que mi vida espiritual es lo máximo, cuando en realidad está apoyada en puro sentimiento.
u  Procura estar más atento en las clases de formación.
Le dijeron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?” Él les dijo: “No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquen también con ella el trigo. Dejen que ambos crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha; entonces diré a los trabajadores: Recojan pri­mero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, pero el trigo júntenlo en mi granero” (Mt 13, 28-30).
En Internet hay de todo: ahí está lo que dice el Papa cada día, y un montón de cosas buenas más, pero hay que tener cuidado. Una vez me dieron un tip: sobre cosas de tu fe, mira antes qué dice el Catecismo de la Iglesia Católica. Después, confiar, la Iglesia es Madre y lo que dice es para nuestro bien.
u  Mejor acabar las tareas antes y luego jugar.

Propósito: Averiguar dónde está el Catecismo de mi casa, y si no tenemos, ir a comprar uno.

viernes, 25 de julio de 2014

Eran tan bello, que daba miedo

Así pues, escuchen ustedes lo que significa la parábola del sembrador. Hay quien oye el mensaje del reino, pero no lo entiende; viene el maligno y le arrebata lo sembrado en su corazón. (Mt13, 18-19).
De chiquito, llegué a medianoche asustado al cuarto de mis papás. Estaba llorando. “Estaba soñado con el Diablo”, le dije a mi mamá. “Era horrible”, completé. Entonces mi mamá me explicó que mi Ángel de la Guarda me cuidaba, y que no había que tenerle miedo a lo horrible, porque el Diablo rara vez aparece así. Ahora que ya crecí un poco más, Jesús, lo voy entendiendo. Si ver tele en vez de estu­diar fuera horrible, no vería tele; y así con todo lo demás. El maligno arrebata las cosas del corazón disfrazado de belleza, de planes más bonitos, de comodidad.
u  Pídele ayuda a tu Ángel de la Guardia para vencer la pereza.
La semilla que cayó en terreno pedregoso es como el que oye el mensaje y lo recibe en seguida con alegría, pero no tiene raíz en sí mismo, es inconstante y, al llegar el sufrimiento o la persecución a causa del mensaje, en seguida sucumbe (Mt 13, 20-21).
La constancia es una virtud que le escucho mencionar a mis papás desde que soy pequeño. “Si se lo sirvió, ahora se lo come”, “Si lo em­pezó, lo termina”, y así sucesivamente. A veces, de verdad, Jesús, es que no quiero. Me siento harto. ¿Tú no te hartabas alguna vez?
u  Pregúntale a Jesús qué hacía cuando se sentía cansado.

Propósito: acudir más al Ángel custodio a lo largo del día

jueves, 24 de julio de 2014

WhatsApp… family?

“¿Porqué les hablas por medio de parábolas?” Jesús les res­pondió: …porque aunque miran no ven, y aunque oyen no escuchan ni entienden (Mt 13, 10.13).
Un día, estaba mandando mensajitos cuando mi papá me arrebató el teléfono. “¡Me vas a poner atención de una vez por todas o no!”, me dijo. La verdad no sabía de qué me hablaba. Estaba en otro mundo. “Quizá hay que llevarlo a que le vean los oídos”, dijo mi mamá salien­do en mi defensa. “No está sordo de los oídos sino de los ojos”, repuso mi papá. Como vio que ni mi mamá ni yo entendimos, añadió “por tener los ojos en el teléfono es que no oye”. Ahora si ya iba entendien­do. El asunto es que se parece a lo que les pasaba a muchos cuando oían a Jesús. Estaban “chateando” en su egoísmo y por eso ni con las parábolas atendían.
u  Intenta no chatear cuando estés compartiendo con tu familia.
Dichosos ustedes por lo que ven sus ojos y por lo que oyen sus oídos; porque les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron (Mt 13, 16-17).
Un día se cayó el WhatsApp. Durante una hora no se podía mandar mensajes. Decía un tweet muy gracioso: en ese momento descubrí que tenía al lado unas personas muy simpáticas que decían ser mi familia. ¿No me estaré perdiendo el tesoro de mi familia por hablar… tonteras?
u  Y si buscas hablar los mismo temas del chat con los de tu casa...

Propósito: no irme a comer con el cel

miércoles, 23 de julio de 2014

Coeficiente intelectual requerido: 70

Se sentó a orillas del lago. Se reunió en torno a él mucha gen­te, tanta que subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba de pie a la orilla. (Mt 13, 1-2).
Mi mamá una vez estaba viendo un concierto de un cantante que es cieguito. El escenario estaba colocado a la orilla de un lago inmenso. Mientras la gente escuchaba al cantante, en unas pantallas se veían tomas de los alrededores. Jesús, hoy día todavía te sigues sentando a la orilla, cerca de donde yo estoy. Si te pongo atención, descubro que realmente es increíble estar contigo. Pensándolo bien, ponerse a hacer oración es casi como sentarse en la arena, a tus pies, y escu­charte, sin apartar la mirada de tu rostro.
u  No pierdas el hábito de sentarte a los pies de Jesús.
Y les habló de muchas cosas por medio de parábolas. Decía: “Salió el sembrador a sembrar… (Mt 13,3).
Y como nunca falta al que le cuesta un poco entender las cosas, les explicas las cosas con “palitos”. Aunque pensándolo bien, las historias gustan a todos. Basta ver las colas que hace la gente para ver las películas de superhéroes; y ahí se ve gente de todas las edades y coeficientes intelectuales. A lo mejor, Jesús, no me he dado cuenta que las parábolas, o “palitos”, son también una escuela para ser más humilde.
u  Deja de lado tu “coeficiente intelectual” e ilusiónate con las historias que cuenta Jesús.

Propósito: darle una leidita a un trozo del evangelio cada día.

martes, 22 de julio de 2014

Un “selfie” con Jesús

“¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y, seña­lando con la manos a sus discípulos, dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos” (Mt 12, 48-49).
Si hubiera estado ahí, después de oír eso, hubiera agarrado mi celular y me habría hecho una selfie con Jesús. ¡Qué nivel de foto hubiera salido! Además, podría haber puesto al publicarla “con mi familia”. Ser hijo de Dios es realmente tener a Dios como Padre y a Jesús como hermano. Más aún, es ver a los demás, como hijos del mismo Papá, y también como hermanos. ¡Qué honor, Jesús! Ahora si me siento bien VIP.
u  Piensa si estás tratando a la gente que te rodea como hermanos.
“Pues todo el que cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre”. (Mt 12, 50).
¿Qué tal si hubiera una app llamada “hacelavoluntadediosimetro” que bloquea las fotos en las que sale Jesús cuando uno no procu­ra hacer su voluntad? ¿Se me habría borrado el “selfie” con Jesús? A veces eso de hacer tu voluntad, Jesús, no sale tan fácil. Sé que a ti también te costó aceptar la voluntad de tu Padre antes de la Pasión. Hasta sangre sudaste. Yo aún no he llegado a ese extremo. Además, lo más duro que me ha tocado hacer, es quedarme si ver un partido del mundial porque tenía una tarea.
u  Piensa si no exageras un poco cuando hablas de cosas “difíciles”.

Propósito: no retrasar las cosas difíciles de hacer.

lunes, 21 de julio de 2014

Estar en buen plan

Los ninivitas se levantarán en el día del juicio contra esta ge­neración y la condenarán, porque ellos hicieron penitencia al escuchar la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más importante que Jonás (Mt 12, 41).
Un día me dijo el sacerdote de mi colegio: ¿qué esperas para cambiar ese defecto?, ¿que se te aparezca la Virgen? Qué bonito sería, le contesté algo maleducado. Después pensé, ¿y si se me aparece la Virgen de verdad? Seguro me va a decir lo mismo que en la direc­ción espiritual, porque al final, a través de aquel sacerdote me habla el Espíritu Santo. ¿Por qué a veces somos tan necios, Jesús? Estamos esperando el desenlace trágico para cambiar de vida.
u  Ya no le des más vuelta al asunto y corrígete.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra esta genera­ción y la condenará, porque ella vino del extremo de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más importante que Salomón” (Mt 12, 42).
Lleva ya varias semanas llegando a las clases de formación un niño nuevo. Con dos o tres cosas que ha oído, ya hace un rato de oración, le ofrece a Dios su estudio, y está viendo cómo llevar otro amigo. Yo, en cambio, aparte de la envidia, poco más he hecho en todo este tiempo. Jesús, ayúdame a aprovechar mejor las oportunidades que me das para ser bueno.
u  ¿No te estarás acostumbrando a escuchar tanta cosa buena?

Propósito: Poner más atención en el círculo o la clase de formación.

domingo, 20 de julio de 2014

Tecnología LED

“El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que uno siembra en un huerto. Ciertamente es la más peque­ña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas” (Mt 13, 31-32).
Mi hermanito asegura que de grande va a ser ingeniero. Lo suele decir después de que ha descuartizado cuanto electrodoméstico se pone a su alcance. Hace poco, desarmó mi linterna de excursiones. Casi lo mato, era LED y alumbra super fuerte. Me acordé de esto leyendo lo de la semilla de mostaza. Las buenas obras son como un LED. Solito alumbra poco, pero junto a otros, da un chorro de luz potente.
u  Adelantarte a hacer algún favor. No esperes a que te lo pidan.
“El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar” (Mt 13, 33).
Ayer en la cena estábamos todos muy callados. Alguien había conta­do una noticia horrible que salió en el periódico que nos enmudeció. Mi papá contó un chiste. Era malísimo, tan malo que daba risa de lo malo. Luego se animó mamá a contar algo similar, y así terminamos con dolor de estómago de tanto reír. Jesús, un comentario simpático en medio un ambiente espeso, lo puede cambiar todo. Ilumíname, para ser alegría de la casa, a base de buscar que todos lo pasen bien.
u  Piensa en las cosas que divierten a tu familia

Propósito: Hacerse el chistoso, pero no por vanidad, sino para servir.

sábado, 19 de julio de 2014

Peor que una bomba atómica

En aquel tiempo, los fariseos, al salir, se pusieron a planear el modo de acabar con Jesús. Jesús lo supo y se alejó de allí (Mt 12, 14).
Por qué los fariseos odian a Jesús. Ha curado enfermedades, ha dado la vida a muertos, y aun así, lo quieren matar. ¿Cómo perdieron la ca­pacidad de ver todo el bien que Jesús hace? A lo mejor, su amor pro­pio. Jesús, cuando nos ponemos a pensar sólo en nuestro beneficio, en cómo salir ganando, terminamos ciegos. No vemos lo bueno de los demás, sólo lo malo. Nos volvemos criticones. Nadie es perfecto.
u  ¿Has criticado a alguien últimamente?, ¿no tendrá también algo bueno esa persona?
No discutirá ni gritará; no se oirá en las plazas su voz. No rom­perá la caña resquebrajada ni apagará la mecha que ape­nas arde, hasta que haga triunfar la justicia. En él pondrán las naciones su esperanza (Mt 19, 21).
Decía un experto en cine que algunas películas recientes abusan de los efectos especiales. Como si nada se destruyen ciudades enteras. Cuando uno critica pasa igual: un comentario, un gesto, hace gran­des destrozos, aunque vaya bien intencionado. Jesús, tu ni siquiera rompes la caña resquebrajada. Con razón dice el Papa Francisco que construir la paz es algo artesanal, que se logra poquito a poquito.
u  Como dice san Josemaría “Si no puedes alabar, cállate”

Propósito: pensar en algo bueno de los que me rodean y decírselo (sin adular)

viernes, 18 de julio de 2014

Decoración de interiores

Yo les digo que aquí hay alguien más importante que el tem­plo (Mt 12,6).
Mi abuelita regresó de un tour por Europa. Le tomó foto a todo. Un día que fui a visitarla, y me las fotografías. Había imágenes del ala del avión, de un perrito cursi que vio por la calle, comida, tiendas, y mu­chas fotos de iglesias espectaculares que se ve hay por toda Europa. “Ahí sí dan ganas de rezar”, le dije a mi abuelita. Ella resopló, y me dijo que aunque las iglesias sean bellas, eso no es lo más importante. Nadie hubiera hecho construcciones tan hermosas, si no hubieran te­nido fe en la presencia de Jesús en la Eucaristía.
u  Cuando entres a una iglesia, vete directo a saludar a Jesús en el Sagrario.
Si supieran lo que significa: quiero amor y no sacrificios, no condenarían a los inocentes (Mt 12, 7).
Creo que entendí lo que decía mi abuelita. Las iglesias hermosas que fotografió, eran como regalos para Jesús Sacramentado. Realmente no habían sido hechas para ser fotografiadas, sino para que Jesús se pusiera contento estando en un lugar tan bonito. Jesús, ¿te parece mi corazón un lugar bonito para estar? Voy a procurar embellecerlo para ti con buenas obras y sacrificio por los demás. Me van a tener envidia los arquitectos del renacimiento.
u  Piensa en qué vas a hacer para embellecer tu corazón.

Propósito: Decorar el interior de mi corazón.

jueves, 17 de julio de 2014

Píldoras quita penas (se venden de 10 en 10)

Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados, y yo los aliviaré (Mt 11, 28).
Una vez fui a un asilo a visitar unos ancianos. Terminé escuchando a un viejito muy simpático envuelto en una mantita y tomando un té de Pericón. “¿Para los nervios?”, le pregunté señalando la tasa del té. El viejito se rio, después, sacó la mano de debajo de la mantita y ahí tenía un rosario. “Para los nervios”, me dijo. Cómo es el Espíritu Santo, que con ese gesto del viejito aquel, entendí que el mejor remedio para las penas es la oración.
u  Para las penas, nada como tomarse un Rosario cada día (no hace falta estar en ayunas)
Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy sencillo y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus vidas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera (Mt 11, 29-30).
Cuando uno hace la prueba de rezar, y sale lo que uno encomen­daba, se siente contento. Cuando uno reza mucho y salen muchas cosas, se siente muy contento. Y así, llega un momento en que uno aprende qué cosas pedir y qué cosas no son tan importantes. Uno aprende a esperar o que quizá hay que rezar más. Pero hay algo mejor aún, uno entiende porqué cuando estás con Jesús, de verdad encuentras descanso para tu vida, y por qué su yugo es suave y su carga ligera.
u  ¿Ya hiciste la prueba de rezar por algo? ¿Qué esperas?

Propósito: rezar, quizá comenzando por pedir por el Papa

miércoles, 16 de julio de 2014

Buscar el rostro de Cristo

Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes, y se las has dado a conocer a los sencillos. (Mt 11, 25).
Dicen que hay personas que no saben escuchar. Hablan y hablan, explican sus teorías, dan opinión de todo, pero no oyen a los demás. A veces dicen cosas muy inteligentes, pero cuando dicen todo eso, comenten un pequeño error: no cuentan con la posibilidad de que podrían equivocarse. Jesús, quiero aprender a escuchar. Estoy seguro que así, aprenderé mucho más.
u  ¿Cuándo fue la última vez que únicamente escuchaste la opinión de los demás, sin estar queriendo que oigan la tuya?
Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y al Padre sólo lo conoce el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar (Mt 11, 26-27).
Jesús, nos enseñas a encontrarte en los demás. Si estamos atentos podemos ver tu rostro en el prójimo. No sólo en los que parecen más necesitados, sino también en cada uno de los que nos rodea. Al final, todos somos necesitados de algo. Yo también necesito de los demás. Los necesito porque servirles, ayudarles, escucharles, le da sentido a mi vida. Ellos son el porqué de mi existencia. Estoy en este mundo para amar, para servir a los demás.
u  Necesitas a los demás porque los demás te necesitan.

Propósito: Prestar un servicio en la casa: poner la mesa, servir, algo así...

martes, 15 de julio de 2014

¡Gracias!

“¡Hay de ti, Corozaín! ¡Hay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados en ustedes, hace tiempo que, vestidas de penitencia y sentadas sobre ceniza, se habrían convertido. Por eso les digo que el día del juicio será más tolerable para Tiro y Sidón que para ustedes. (Mt 11, 21-22).
Jesús, cuando te pones así me emociono. Me imagino a tu lado, contemplando esas ciudades y escuchándote hablar con fuerza. Escucho el eco de tu voz avanzando por las montañas de los alre­dedores. Así estoy, hasta que caigo en la cuenta que a mí también podrías comenzar a enumerarme las bendiciones que me has dado para mostrarme tu amor, y yo, ni gracias te doy.
u  Haz una lista mental de los beneficios que has recibido de Dios en los últimos meses.
Y tú, Cafarnaún, ¿te elevarás hasta el cielo? ¡Hasta el abismo te hundirás! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros realizados en ti, hoy seguiría en pie. Por eso les digo que el día del juicio será más llevadero para Sodoma que para ti” (Mt 11, 23-24). 
Y sigue la llamada de atención. Ya hice mi recuento. Me bastó ver a mi alrededor para descubrir la infinidad de cosas que me has dado: mi familia, mi colegio, mis útiles escolares, mi ropa, tener un techo donde vivir, comida en los tres tiempos, y un largo etcétera.
u  Ahora piensa también en que hay muchas cosas que has recibido y ni te has dado cuenta.

Propósito: Decir muchas veces “gracias”.

lunes, 14 de julio de 2014

Coordenadas del viaje: felicidad

“No piensen que he venido a traer paz a la tierra; no he veni­do a traer paz, sino discordia. (Mt 10, 34).
Una vez vi a dos en discordia. Hablaban de si algo era pecado o no. Uno decía que daba igual, que uno con su vida puede hacer lo que quiera, y el otro explicaba por qué no. Qué intolerante este último, pensé en mis adentros. Al poco, era yo el que estaba en discordia. Hablábamos de unos fichajes de Real Madrid. ¡Qué intolerante!, escu­ché que gritó uno. Ahí caí en la cuenta de lo absurdo de mi discusión y de lo importante de la aclaración que hacía mi amigo sobre la doctrina de la Iglesia. Esa es la “discordia” que tú esperas, Jesús. Ese es el “lío” que espera el Papa Francisco que montemos.
u  No tengas miedo de defender tu fe. Al final, les haces un favor, les muestras el camino a la felicidad.
El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que quiera conservar la vida, la perderá, y el que la pierda por mí, la conservará. (Mt 10, 38-39).
Calculador, esa es la palabra que San Josemaría usaba para definir al que no hay modo que se anime a hacer algo. El calculador, incluso cuando ya se decidió, lo hace con miedo. El calculador no tiene bien claras las coordenadas hacia las que se dirige: la felicidad. Jesús, dame un empujón cuando me pare a pensar mucho en mi camino hacia ti; e ilumíname bien la meta, para que no dude.
u  Eso en lo que te habías propuesto cambiar hace rato… ya, ¡dale!

Propósito: buscar las imágenes de la Virgen de mi casa y saludarlas.

domingo, 13 de julio de 2014

¿olvidó su contraseña?

A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arrebata lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron al borde del camino (Mt 13, 19).
Muchos están en las clases de formación en colegios, clubs, grupos ju­veniles, etc., pero no todos responden igual a la semilla que siembras, Jesús. En mi caso, creo que la semilla a veces se queda en el camino porque dejo cerrada la compuerta que da a mi corazón. Tiene pas­sword, y se me olvidó. Jesús, pon junto a la puerta de mi corazón un letrerito que diga “si olvido su contraseña, siega este enlace”. Y voy a intentar de nuevo abrir y dejar que la semilla caiga donde debe caer.
u  Intenta marcar la contraseña a base de buenas obras y otras acciones que muestren tu amor a Dios.
Lo sembrado entre espinos representa a aquél que oye la pa­labra, pero las preocupaciones de la vida y la seducción de las riquezas la sofocan y queda sin fruto (Mt 13, 23).
Cuando veo a la gente mayor con sus preocupaciones, doy gracias por todavía ser pequeño. Lo que no entiendo es porque, si no tengo grandes cosas de que preocuparme, ando a veces agobiado. Creo que a mí también me seducen y sofocan las riquezas. No las que tengo, sino las que quisiera tener.
u  Vive tu realidad. Disfruta de tu familia, de tu estudio, de tus amigos, de tus mascotas.

Propósito: pon nuevo password en tu vida: “Servir” (con mayúscula)

sábado, 12 de julio de 2014

Traje espacial anti vergüenza

No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo. (Mt 10, 28).
El miedo paraliza. A mí me ha pasado muchas veces. Hubiera queri­do una especie de coraza galáctica o una de campo de fuerza que me protegiera de la vergüenza y la pena de no ser como los demás. Una vez, estando con unos amigos que también procuran estar cerca de Dios, me dio pena decirles que rezáramos el Ángelus. ¡Qué bajo he caído!, pensé. Nunca me ha amenazado de muerte por mi fe, ni me han puesto una espada en la garganta para que me calle. Mis amigos son católicos como yo, y aun así, no termino de animarme.
u  Quizá estás queriendo actuar con tu valentía y no la de Dios.
En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo; porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo. (Mt 10, 30-31).
Quizá la vergüenza y la pena de dar la cara por Jesús, viene por tener la cabeza todo el día en las cosas materiales. A veces me la paso pensando: si tuviera una MacBook, unos audífonos Bits, unos zapatos, calzoneta, camiseta, etc. etc. y más etc. Si hasta los cabellos de mi cabeza están contados, ¿cuál es el estrés?
u  Si te dedicas con más constancia a tus ratos de oración y a servir a los demás, descubrirías como desaparece esa pasión por lo material.

Propósito: No hablar de nada que tenga que ver con comprar algo.

viernes, 11 de julio de 2014

Hablar sin pena

“Yo los envío como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes y sencillos como palomas (Mt 10, 16).
Un amigo tuvo un sueño. Entraba en la clase, se subía en un ban­quito, en medio de todos, y comenzaba gritar diciendo: “¡Cambien de vida!”. Todos se reían de él. Entonces, entró un futbolista al salón. Su pelota se llamaba “conversión”. Los alumnos se levantaron para atajarlo. El futbolista se llevó al primero, después a otro, y así, hasta que dribló a todos y anotó en una gran portería que apareció de la nada al final del aula. Después de anotar, el futbolista se acercó a mi amigo y le dijo: “Si quieres convertirlos a todos, debes ir llevándotelos uno a uno”.
u  Cuando hables de Dios, busca hacerlo uno a uno.
Dios mismo les sugerirá en ese momento lo que tienen que decir, pues no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu del Padre hablará a través de ustedes (Mt 10, 20).
Jesús, quiero acercar a todos mis amigos a ti. A veces no sé cómo. Son buenos, cada uno con sus defectos como todo mundo. Cuando estoy con ellos, no les digo nada porque siento que no se me ocurre como empezar; o porque me imagino que todo lo que me van a contestar y al final me desanimo. Creo que debo fiarme más de ti. Hablar sin pena, y pensar que no importa qué diga, si lo hago en tu nombre, el Espíritu Santo va a actuar a través de mis palabras.
u  Reza más y ofrece un pequeño sacrificio por tus amigos antes de hablarles.

Propósito: hablar hoy con un amigo sobre Dios

jueves, 10 de julio de 2014

Combustible invencible

No lleven oro ni plata ni dinero en el bolsillo; ni morral para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón (Mt 10, 9).
Jesús envía a sus discípulos a predicar. Los envía sin nada material. Les quiere enseñar así que para extender el Reino de Dios lo importante no son las cosas materiales, sino estar firmemente convencido de la misión que se va a llevar a cabo, y no olvidar que Dios está con uno. Al final, entonces, realmente no manda a los apóstoles sin nada. Van más apertrechados que nunca. Van con Dios. No está solos, incluso si les llega a faltar hasta lo más elemental.
u  Si Dios está con nosotros, porqué temer no tener aquella camisa de marca, esos zapatos, aquel videojuego, etc.
Al entrar en la casa, saluden, y si lo merecen, la paz de su saludo permanecerá con ellos; si no, regresará a ustedes. (Mt 10, 12).
Muchos que quieren obrar el bien a veces se desilusionan porque parece que los que les escuchan no les hacen caso. ¿Qué sería de mí si mis papás pensaran igual cuando les desobedezco? En cam­bio, perseveran. La nave en la que se viaja para el apostolado tiene un combustible perfectamente reciclable. Es más, hay veces que el combustible no sólo disminuye sino que se multiplica, y alcanza para otras naves que por averías lo han perdido. El combustible es la gracia de Dios, que nunca se pierde.
u  No te desilusiones si de pronto, algún amigo tuyo, se aleja al verte cerca de Dios. Ya volverá. Ya verás.

Propósito: volver a insistir a aquel amigo que parece ya perdido.

miércoles, 9 de julio de 2014

Los que van, ya lo saben

Los nombres de los doce apóstoles son: primero, Simón, lla­mado Pedro, y su hermano Andrés; luego Santiago, el hijo de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el cananeo, y Judas Iscariote, el que lo entregó. (Mt 10, 2-4).
Qué pasaría si escuchara mi nombre mencionado entre los nombres los apóstoles. A lo mejor pensaría, “ve, que casualidad, uno que se lla­ma como yo”. Pero, ¿y si viniera con mi apellido, y algo que claramente indica que se refiere a mí? A lo mejor miraría a los lados, pensaría que se trata de un error; o me pondría un poco nervioso. ¿Yo, un apóstol? Pues resulta que aunque no salga mi nombre, Jesús cuenta conmigo. Estoy en los nominados para la aventura de salvar el planeta.
u  Estas en la lista, ¿cuándo piensas comenzar a trabajar?
A estos doce los envió Jesús con las siguientes instrucciones: “No transiten por regiones de paganos ni entren en los pue­blos de Samaria. Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y proclamen que está llegando el Reino de los cielos” (Mt 10, 5-6).
Pensándolo bien, ni en Halo hay misiones tan arriesgadas como las de un apóstol. Ni el 007 todo elegante y con su pistolita, o Bruce Willis en sus cientos de papeles de héroe, están en algo tan importante como salvar el mundo del dolor que causa el pecado.
u  Déjate ya de fantasías. Salva el mundo real, y de verdad.

Propósito: Paso uno de la misión: rezar por todo el que me salga al paso.

martes, 8 de julio de 2014

Fifi

Presentaron a Jesús un hombre mudo poseído por un demo­nio. Jesús expulsó al demonio y el mudo comenzó a hablar. Y la gente decía maravillada: “Jamás se ha visto nada igual en Israel” (Mt 9, 32-33).
Un día, llevé a Fifi al veterinario. El doctor batalló un rato hasta que descubrió la causa de los males de mi perro. Se había comido una bolsa plástica. Qué fácil habría sido todo si Fifi hubiera podido hablar. Ahora pienso en la dificultad que ha de encontrar el sacerdote para ayudarme en la dirección espiritual si yo no hablo con sencillez de lo que me pasa. A veces uno calla por vergüenza, otras por no ver que hay cosas que hacen daño y que es bueno conversarlas.
u  Dile a Jesús de corazón que te ayude a hablar en la dirección espiritual justamente de eso que necesitas cambiar o mejorar.
Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen por tanto al dueño de la cosecha que envíe obreros a recogerla” (Mt 9, 36-37).
Hay mucha gente a la que hay que curar. Algunos aún están como mi pobre Fifi, no saben decir lo que les pasa, pero claramente algo no va bien en sus vidas. Es bonito pensar que hay gente que lo ha dejado todo para estar a nuestra disposición y ayudarnos. Gracias Jesús, por esas personas que lo dejan todo para ayudar a gente como yo.
u  ¿No serás tú uno de esos obreros que Jesús espera en sus campos?

Propósito: hacer bien el examen de conciencia para ser muy sincero.

lunes, 7 de julio de 2014

De ignorante a importante

Llegó un personaje importante y se postró ante él diciendo: “Mi hija acaba de morir; pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, vivirá”. Jesús se levantó y, acompañado de sus dis­cípulos, lo siguió (Mt 9, 18-19).
Me cuesta a veces creerme esto: un personaje importante que se postra. Muy importante podría ser, pero tiene la humildad de acudir a Jesús y reconocer que necesita de Dios. Jesús nos sigue esperando. Nos espera en la Iglesia a través de los sacramentos y de su Palabra. La cosa es que uno no se las lleve de creído y reconozca que sin los sacramentos, como la Eucaristía y la confesión; y sin la meditación de su Palabra, nada puede.
u  ¿No podrías dejar ya de hacer tus cosas “importantes”, y dedicar más tiempito a Dios?
Al llegar Jesús a la casa del personaje y ver a los que tocaban música fúnebre y a los que lloraban, dijo: “Váyanse de aquí, que la niña no ha muerto; está dormida”. Pero ellos se burla­ron de él. Cuando desalojaron a la gente, entró, la tomó de la mano y la niña se levantó (Mt 9, 23-25).
La ignorancia es atrevida, dice el refrán. Peor aún, la ignorancia del soberbio. Por eso se ríen de Jesús, no se creen que pueda resucitar un muerto. No saben, o se les olvida, que Jesús es Señor de la vida.
u  Dile a Jesús que no te quieres reír de Él, y que te resucite.

Propósito: visita a Jesús en el sagrario y dile que lo quieres

domingo, 6 de julio de 2014

Los verdaderos descansados

“Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga y yo los aliviaré” (Mt 11, 28).
¡Qué bueno eres Jesús!, te pones a nuestra disposición para ayudar­nos a llevar nuestras cargas. ¿Cuáles son mis cargas? Quizá si otro me viera pensaría que no tengo ninguna carga, que no tengo motivo para quejarme. Quizá tienen razón, pero Jesús me entiende. Sabe que, como soy pequeño, hasta las cosas más sencillas me resultan pesadas. A veces me resulta mega agobiante el colegio, los encar­gos de la casa, aguantar a mis hermanos, y que el perro no me haga caso y me manche con sus patas delanteras. Tengo que aprender a llevar esas “cargas” con alegría. Forman parte de mi día a día. Mientras tanto, ahí está Jesús, ayudándome.
u  ¿Alguna vez has pensado que quizá te quejas mucho y por gusto?
“Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, por­que mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11, 29-30).
Es una gran verdad que en cuanto uno hace lo que tiene que hacer, aunque cueste, encuentra paz. Por eso san Josemaría hablaba del “gustoso cumplimiento del deber”. Parece contradictorio pero cuando uno huye de sus responsabilidades, disque para descansar, le pasa justamente lo contrario. Viene el agobio, es estrés, el mal humor, etc.
u  Antes de que llegue el lunes, ¿con qué cara lo esperas?

Propósito: No más quejas, y decir mucho: “Jesús, que haga buena cara”.