“Y si saludáis solamente a vuestros
hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen eso también los paganos?” (Mt 5,
47).
Jesús, este es ya el segundo día que me hablas de tratar bien a
los demás, y me cansa un poco. Pero reconozco que soy duro de cabeza y de
corazón. Mira que, por más buenas intenciones que hice por ser cariñoso, en el
desayuno de hoy tuve mi crisis CHK. Te explico. Llegue al desayuno y mi
hermana, la de las caritas, se había comido todo el Choco Krispis (CHK). Y
cabal, no le salte al cuello pero la asesiné con la mirada. Y además le dejé de
hablar, ni la saludé. Por eso te vuelvo a decir que mi corazón arda de tu Amor
y aprenda a tratar bien a los demás.
Cuéntale
a Jesús en que otras situaciones tienes crisis.
“Sed, pues, vosotros perfectos como
vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mt 5, 48).
Te cuento que se me viene a la cabeza que cuando tenía en las
manos la caja vacía de CHK leí lo que está escrito ahí: Come bien para crecer.
Y ahora que estoy hablando contigo, me fijo que si quiero crecer en caridad
tengo que comer bien, y qué mejor desayuno, almuerzo o cena que la Eucaristía.
Pasa como con la comida normal, que a veces ni cuenta me doy de lo que como,
pero me viene bien. No necesito a Melvin (el de los CHK), sino que te necesito
a Ti.
Dile
a Jesús que quieres comerle y que te ayude a crecer en caridad; que vas a
luchar para no comulgar distraído.
Propósito: Comer bien todos los días.