viernes, 23 de junio de 2017

Sagrado Corazón de Jesús

Venid a mí todos los fatigados y agobiados, y yo os aliviaré (Mt 11, 28).
¡Jesús que cosas más bonitas dices! A todos los que se encuentren can­sados y agobiados les ofreces descanso y consuelo. Pero, ahora que lo pienso supongo que aplican restricciones como en todas las promo­ciones. El consuelo que ofreces es para aquellos que se cansan y se agobian porque luchan en las batallas de Dios: en hacer apostolado, en eliminar aquel vicio, en quitarse tal defecto que les impide amar a los demás, en sacar adelante aquella obra de misericordia, etc. Pero como eres tan rebueno probablemente también ofreces consuelo cuando nos cansamos en cosas que son puras tonteras nuestras.
Cuéntale a Jesús si te cansas en esas batallas de Dios o si te cansas en otras cosas.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas: porque mi yugo es suave y mi carga ligera (Mt 11, 29-30).
Jesús, yo quiero aprender de Ti. Quiero ser un buen hijo de Dios, quiero luchar y que mi vida sea verdaderamente útil. No quiero dejarme llevar por la pereza y el egoísmo en las vacaciones. Ayúdame a que estos días los aproveche no sólo para descansar, comer y dormir. Quiero hacer mucho apostolado. No quiero que me apliques restricciones.
Concreta tus buenos deseos.

Propósito: Un hijo de Dios peleón y no una momia.