jueves, 1 de junio de 2017

Rezar y rezar bien

No ruego sólo por éstos, sino por los que han de creer en mí por su palabra (Jn 17, 20).
Cuando me han explicado que Tú, Jesús, has rezado por todos los que vendríamos después, me ha costado creerlo. Pero hoy lo dice el Evangelio muy claro. Como eres Dios, tu inteligencia y memoria es infi­nita y por eso eres capaz de pensar en todos los hombres de todos los tiempos. Y ahí estoy incluido. Qué consuelo saber que no soy un desco­nocido para Ti, si no que me conoces, me quieres y rezas por mi. Jesús, yo también quiero aprender de Ti a rezar por los demás. A veces soy tan perezoso que prefiero seguir viendo TV o dormirme sin haber rezado al menos por el Papa y mi familia.
Pregúntate: ¿tengo momentos concretos en el día para rezar por el Papa, mis papás, mis hermanos y mis amigos?
(…) que todos sean uno; como Tú, Padre, en mí y yo en Ti, que así ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado (Jn 17, 21).
Y ahora me enseñas cómo rezar. Jesús cuando rezas por los demás no es solamente para que estén bien en esta tierra, si no para que todos y cada uno de nosotros estemos unidos a Dios Padre. Jesús, quiero apren­der a rezar por los demás, especialmente por mis amigos y compañeros para que vivan en gracia y si no están en gracia para que se decidan a confesarse lo más pronto posible.
¿Qué cosa y cuándo voy a rezar por los demás?

Propósito: Rezar y rezar bien.