sábado, 8 de diciembre de 2018

INMACULADA CONCEPCIÓN Arca de la Alianza y “pastel”


“Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna a sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” (Ap 12,1).
Hoy, Madre mía, terminamos con broche de oro tu Novena. No puedes estar más que contenta por el cariño que hemos derrochado estos días. Cada propósito, como una flecha, ha llegado hasta tu maternal corazón. Como todas las madres buenas del mundo en el día de su fiesta, hoy nos tienes preparada una sorpresa: todo lo que hemos re­zado, todo lo que hemos ofrecido estos días… nos lo devuelves con creces a través de la presencia de tu Hijo en nuestra alma en gracia. Hoy, en Misa, en la Comunión, repetiré muchas veces: ¡Qué buena eres, Madre mía!, ¡Qué rebuena eres, que super mamá eres….!
Agradece a Jesús lo buena, guapa y elegante que es “nuestra”Madre.
“Y se abrió el templo de Dios en el cielo y en el Templo apa­reció el arca de su alianza” (Ap 11,19).
¡Ah! He leído mal… ya decía yo. ¿Cómo iba a aparecer en el cielo una “tarta” de alianza?; dice arca, no “tarta” -Pero ¿y por qué no va haber hoy tarta o pastel? ¿No es hoy la fiesta de mi Madre? ¿Conozco alguna fiesta de mamá sin tarta? -Pues, entonces… “Y apareció en la comida una gran tarta…” de cheesecake estilo New York, o un Selva Negra, o un …
Termina agradeciendo a María tantas cosas buenas, también el pastel.
Propósito: partir un pastel en honor de la Virgen en la casa.