¡Bendita tú entre las
mujeres! (Lc 1, 42).
Jesús, quería hacer ahora una reflexión muy actual. ¿Has oído la
canción “Baby Shark”? Bien, pues yo la he oído unas mil veces (sin exagerar)
porque a mis hermanitos les encanta. No sé qué es peor: Baby Shark o Let it go
(Libre soy) de Frozen. Pero eso tan… trivial, he aquí que me hizo entender algo
(seguramente el Espíritu Santo me lo sopló al oído). Así como mis hermanitos no
se aburren de repetir una y otra vez la misma canción, tu mamá, la Virgen
Santísima, no se aburre de escuchar, una y otra vez, el Avemaría. Es más, le ha
de encantar. Y tú, Jesús, que eres un hijo que disfruta viendo feliz a su
Madre, pues también te encanta que le digamos, o le cantemos, su canción
favorita.
Anímate
a rezar el rosario con tu familia.
Bienaventurada la que
ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá (Lc 1, 45).
A la Virgen, su prima la llama bienaventurada porque ha creído.
Hoy día, con tanta gente mentirosa que anda por ahí, sin querer uno se
malacostumbra a ser desconfiado. Lo curioso, me lo decía una vez mi papá, es
que somos desconfiados con medio mundo, pero luego, nos tragamos cualquier cosa
que diga un video de YouTube. Tener fe es tener confianza. Yo quiero tenerte
más confianza, Jesús. Por eso te busco cada día.
Hazte
muy amigo de Jesús, para que confíes mucho en su Palabra.
Propósito: Cantar el
top 10 del cielo: Avemaría.