“Vosotros, pues,
orad así: Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea tu Nombre;
venga tu Reino; hágase tu voluntad así en la tierra como en el Cielo” (Mt 6,
9-10).
Te cuento, Jesús, que cuando era pequeño me gustaba rezar el
Padrenuestro sólo para demostrar que me lo había aprendido de memoria. Luego
me vino un tiempo en que me parecía aburrido. Pero lo que sucedió fue que me
a-burro (es decir me puse burro), y parecía loro que repite cosas y no las
entiende. Y esta oración es bien bonita, y además se la enseñaste a los
apóstoles para que aprendieran hacer oración.
Atrévete
a hablarle a Jesucristo de lo que nos enseñó en el Padrenuestro.
“Y no nos dejes caer
en la tentación, mas líbranos del mal” (Mt 6, 13).
Como sabes Jesús, me gusta ver el fut, pero me gusta más escuchar
los comentarios de los fans. Me ha gustado uno de los comentarios: que aunque
perdieron le echaron corazón. Jesús, que yo también le eche corazón cada vez
que rece las oraciones vocales (Padrenuestro, Avemaría, Gloria, etc.) aunque a
veces pierda, porque se me va la vara. ¡Qué no caiga en el mal de la rutina!
Dile
a Jesús, saboreando, las oraciones vocales que te sepas.
Propósito: Que le
eche corazón.