viernes, 21 de junio de 2019

Tesoros


No amontonéis tesoros en la tierra, donde la polilla y la he­rrumbre los corroen y donde los ladrones socavan y los roban (Mt 6, 19).
Ahora que ya ha pasado todo, te cuento Jesús sobre mis amigos. Cuando en mayo fueron las semifinales de la Champions, los que les van al Real Madrid se burlaban de los seguidores del Barcelona y la derrota en Anfield, pero poco les duró porque en la siguiente jornada perdió el Madrid. Y lo de llorar no es broma, algunos se enojaban, otros anduvieron hasta tristes varios días. Jesús, eso me hace pensar que muchas veces ponemos el corazón en cosas buenas pero que no son tan importantes. A mi eso de andar de buen humor me cues­ta. Dependo mucho de los demás, de las circunstancias y hasta del clima.
¿Qué es lo que me quita la alegría? Cuéntaselo a Jesús.
Porque donde está tu tesoro allí estará tu corazón (Mt 6,21).
Jesús, y yo ¿dónde tengo puesto el corazón? ¿Cuáles son las cosas que valoro como tesoros? A mi me gustaría poder llegar a decirte que lo que más valoro es tener a Ti en mi alma llena de gracia. Jesús, ayúdame a guardarte como el tesoro más valioso, a no perderte ton­tamente y a no exponerte a que te roben de mi alma por medio de engaños (tentaciones).
El ángel custodio es un buen jefe de seguridad. Pregúntale como poder guardar mejor tu alma para que siempre esté en gracia.
Propósito: Cuidar el tesoro de la gracia.