martes, 18 de junio de 2019

Otra vez: dame un corazón ardiente


“Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen eso también los paganos?” (Mt 5, 47).
Jesús, este es ya el segundo día que me hablas de tratar bien a los demás, y me cansa un poco. Pero reconozco que soy duro de cabe­za y de corazón. Mira que, por más buenas intenciones que hice por ser cariñoso, en el desayuno de hoy tuve mi crisis CHK. Te explico. Llegue al desayuno y mi hermana, la de las caritas, se había comido todo el Choco Krispis (CHK). Y cabal, no le salte al cuello pero la ase­siné con la mirada. Y además le dejé de hablar, ni la saludé. Por eso te vuelvo a decir que mi corazón arda de tu Amor y aprenda a tratar bien a los demás.
Cuéntale a Jesús en que otras situaciones tienes crisis.
“Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mt 5, 48).
Te cuento que se me viene a la cabeza que cuando tenía en las manos la caja vacía de CHK leí lo que está escrito ahí: Come bien para crecer. Y ahora que estoy hablando contigo, me fijo que si quie­ro crecer en caridad tengo que comer bien, y qué mejor desayuno, almuerzo o cena que la Eucaristía. Pasa como con la comida normal, que a veces ni cuenta me doy de lo que como, pero me viene bien. No necesito a Melvin (el de los CHK), sino que te necesito a Ti.
Dile a Jesús que quieres comerle y que te ayude a crecer en caridad; que vas a luchar para no comulgar distraído
Propósito: Comer bien todos los días.