lunes, 10 de junio de 2019

La Virgen María junto a la Cruz


Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás, y María Magdalena (Jn 19, 25).
Todos somos hijos de Dios y pertenecemos a una gran familia, somos también hijos de María. María estaba junto a la Cruz. Te acompañó porque, aunque sufría profundamente, necesitaba estar a tu lado dando consuelo. Además, no estaba sola, estaba también María de Cleofás y su amiga Magdalena. Y es que la familia es lo más impor­tante.
Cuéntale a Jesús acerca de tu familia.
Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a su madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Después dice al discípulo: He ahí a tu madre (Jn 19, 26-27).
Jesús, en la Cruz nos has dado un regalo más: a la Virgen como madre nuestra. Quieres que María nos ayude a ser buenos hijos de Dios y a preocuparnos de la familia. Jesús, yo a veces soy desintere­sado en mi familia, rezo poquito por mi familia. Ayúdame a quererlos como los quieres Tú.
Sigue hablando con la Virgen acerca de tu familia.
Propósito: Rezar por mi familia.