martes, 29 de abril de 2014

Amigos

Si os he hablado de cosas terrenas y no creéis, ¿cómo ibais a creer si os hablara de cosas celestiales? (Jn 3, 12).
Jesús, me recuerdo de una historia buenísima que nos contaron en el co­legio. San Josemaría tenía un amigo, que era sacerdote, llamado Pedro Poveda. Eran muy amigos y antes de que estallara la guerra civil españo­la, tanto don Pedro como San Josemaría había hablado sobre la posibi­lidad de que los podían matar en esa guerra. Acordaron los dos que si alguno moría, desde el cielo seguirían ayudando al que se quedara en la tierra. La cosa es que a don Pedro lo mataron, y San Josemaría estaba seguro que su amigo desde el cielo le seguiría ayudando.
·        Habla con Jesús sobre tus amigos. ¿Tienes una amistad así de fuerte como la de don Pedro y San Josemaría?
Pues nadie ha subido al Cielo, sino el que bajó del Cielo, el Hijo del Hombre (Jn 3, 13).
Pero la historia no acaba, Jesús. Dicen que cuando San Josemaría se enteró de que su amigo Pedro había sido asesinado, lloró durante un buen rato. Pero que después se encontraba sereno y contento porque estaba convencido que sigue queriéndonos desde el cielo. A mi Jesús, esta historia me hace pensar que te tengo que pedir que me ayudes a querer bien a la gente, querer de verdad a mi familia y a mis amigos. Que por cualquier cosita me peleo con ellos, o lo peor que hay días que no rezo por ellos.
·        Sigue hablando con Jesús sobre la forma de querer mejor a tus amigos.

Propósito: querer de verdad a los amigos.