miércoles, 2 de abril de 2014

Mi Padre sigue actuando y Yo también actúo

Dijo Jesús a los judíos: Mi Padre sigue actuando y Yo también actúo. (…) Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuen­ta nada que no vea hacer al Padre (Jn 5, 17.19).
Jesús, esto que leo El Hijo no puede hacer nada por su cuenta…, me trae recuerdos de la infancia. Cuando era pequeño, más peque­ño todavía, no te rías, un día mi papá me dijo: Hijo mío ya te estás haciendo un hombre. Ha llegado el momento de que aprendas a montar solo en bicicleta. Entonces, quitó las rueditas y agarrándome por detrás me dijo —Hijo, pedalea… Yo pensaba que él me sujetaba: Mi Padre sigue actuando y Yo también actúo. Y cuando quise mirar para atrás, estaba bien lejos. Todo orgulloso me gritaba: —pedalea, pedalea… y Tú, Jesús, me dices: —Pedalea, no te pares, así, muy bien…
·        ¿En qué cosas te está pidiendo Jesús que pedalees?
Yo no puedo hacer nada por mí mismo; (…) porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió (Jn 5, 30).
Jesús, yo soy un voluntarista; lo que se dice un voluntas. Me creo que voy a ganar el Cielo, yo solo, a fuerza de bíceps, tríceps y cuádriceps. Y, de repente: ¡Cataplum chispúm! De buenas a primeras me vengo abajo y me doy con los dientes en el suelo. Jesús, que no me confíe de mí; que sólo me fíe de Ti y de tu Gracia.
·        Termina diciendo: Jesús, hágase tu voluntad… no la mía.

Propósito: Pedalear.