Alguien le preguntó: “Señor, ¿es verdad
que son pocos los que se salvan?” Jesús le respondió: “Esfuércense por entrar
por la puerta, que es angosta” (Lc 13, 23-24).
¿Por qué, justo hoy que es domingo, día internacional del descanso
y de no hacer nada, tiene que aparecer la palabra “esfuerzo”? Parece mentira,
pero viendo los partidos de la Liga Italiana y la Española, descubrí una cosa.
Millones de personas pueden tomarse un respiro y ver los partidos en sus casas
gracias al ESFUERZO de otros muchos: futbolistas, árbitros, camarógrafos,
locutores, y un montón de gente más que ni salen ni se mencionan sus nombres.
¿No podría yo ESFORZARME, como un grande de las ligas internacionales de
fútbol, para que mis papás descansen, mis hermanos jueguen, etc.?
Ponte
la camiseta, y ve a meterle unos cuantos goles a la pereza.
Yo les aseguro que muchos tratarán de
entrar y no podrán (Lc 13, 24).
Este asunto de irse al cielo va en serio. No se lo puede tomar uno
a broma. A la vez, cuando uno le agarra el modo, se lo pasa super bien. Una
vez vino un primo mío de Canadá. Nunca había jugado fútbol. Le explicamos y
mientras aprendía, lo dejamos de portero. Como nos estaban metiendo muchos
goles, lo ascendimos a defensa. No le pegaba ni al mundo. De pronto, entendió
el juego, y resultó tener talento.
Quizá
lo de rezar te cuesta porque no lo practicas seguido.
Propósito: más que servir goles, golear a
la pereza sirviendo en casa.