Entonces, acercándose Pedro, le preguntó:
Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano, cuando peque contra mí?
¿Hasta siete? (Mt 18, 21).
Pedro pregunta esto no de manera teórica. Lo más seguro es que se
había enojado con alguno. Como te he contado antes, Jesús, muchas veces perdono
sólo de los dientes para afuera. Porque después ando dando vueltas al pleito,
me imagino lo que pude haber contestado, lo que le diría si se me vuelve
acercar, la carita que le pondría si me pide perdón, etc. En fin, que digo que
perdono pero no olvido y luego produzco y dirijo una telenovela digna de ser
emitida a una gran audiencia. Jesús, dame un corazón limpio que sepa amar y
perdonar.
¿Guardas
rencor contra alguien? Cuéntaselo a Jesús.
¿No debías tú también tener compasión de
tu compañero, como yo la he tenido de ti? (Mt 18, 33).
Jesús, he estado haciendo números: si me confieso al menos una vez
por semana, al año son 52 veces que me perdonas de las mismas barrabasadas.
¡Eso es un montón! Y lo que me sorprende es que ni Tú ni el sacerdote parecen
cansarse de perdonar. Quiero agradecerte la confesión y llevarte a muchos
amigos para que no andemos de protagonistas de telenovelas. Y que nunca falten
sacerdotes con tiempo para perdonar como Tú hacías en Galilea.
Prepara
muy bien tu próxima confesión.
Propósito: No ser ni actor ni productor
de telenovelas.