viernes, 5 de agosto de 2016

Amor con obras

Entonces dijo Jesús a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame (Mt 16, 24).
Hoy se recuerda la construcción de una de las cuatro basílicas más im­portantes de Roma: Santa María la Mayor. Me han contado, Jesús, que esta basílica a lo largo de los siglos ha sido embellecida por los Papas y por eso es la basílica más grande y espléndida de toda Italia. Me pa­rece bonito pensar que los Papas han demostrado su amor a la Virgen mandando a construir una iglesia dedicada a tu Madre, un lugar donde otros se puedan encontrar contigo, un lugar donde la gente pueda reci­bir los sacramentos y doctrina segura.
Y tú, ¿cómo puedes demostrar tu amor a la Virgen?
Porque, ¿de qué sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?, o ¿qué podrá dar el hombre a cambio de su alma? (Mt 16, 26).
Jesús, cuando era pequeño a mis papás no les gustaba llevarme a los funerales porque decían que con lo miedoso que soy luego no iba a poder dormir. Pero crecí y ahora los acompaño. Por eso puedo entender lo que dices hoy en el Evangelio. Lo único que queda en esta tierra es lo que uno haya hecho de bueno. Lo que queda de tantos que trabajaron en esa Basílica de Santa María la Mayor es su amor a la Virgen.
¿Qué obras buenas hay en mi vida? Demostrar con obras que quiero a Dios.

Propósito: Demostrar con obras que quiero a Dios.