miércoles, 7 de septiembre de 2016

Tener coraje

Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien (…) por causa del Hijo del Hombre (Lc 6, 22).
Esto lo entiendo muy bien, Jesús. Y lo entiendo porque si uno se porta bien automáticamente le caes mal a otros. Jesús, dame la gracia para ser valiente y no esconder que te quiero. Quiero seguir el consejo del Papa Francisco en Cracovia: “Tener coraje. Ser valiente, ser valiente, no asustarse”. No me puede pasar que por la pena del qué van a decir los demás, deje de vivir coherente con el amor tan grande que te tengo y que quiero tenerte cada día más.
¿En qué tipo de situación te pones miedoso?
¡Ay de vosotros los que ahora estáis hartos, porque tendréis hambre! ¡Ay de vosotros los que ahora reís, porque gemiréis y lloraréis! (Lc 6, 25).
Jesús, hablas bien clarito. No sé que voy a hacer (ayúdame), para no reírme más de lo que te ofende. Dame la valentía de cortar a los que dicen chistes en contra de Dios, el Papa o la Iglesia. Dame la valentía de cortar a los que hacen comentarios impuros. No dejes que me arrastre el ambiente, que sea capaz de imponer yo el ambiente. Ayudame a des­cubrir que así los ayudo, los acerco a ti. Les protejo de las consecuencias que tiene tomarse a juego las cosas sagradas o serias.
Camarón que se duerme se lo lleva la corriente, que no sea tu caso

Propósito: No ser camarón… de los que se duermen.