Se le acercaron a Jesús los discípulos de
Juan y le preguntaron: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos
no ayunan?”. Jesús les contestó: “¿Es que pueden estar tristes los invitados a
la boda mientras el novio está con ellos?” (Mt 9, 14-15)
De chiquito, creía que los astronautas en las estaciones
espaciales comían pasta de dientes en vez de comida normal; y, que los
futbolistas no tomaban más que batidos y bebidas hidratantes. Ni unos ni otros
se alimentan de eso, pero lo que sí es cierto es que ser famoso o ser gran
científico requiere sacrificio. ¿Será posible, entonces, que siga queriendo ser
alguien grande cuando los fines de semana sólo veo tele y juego videojuegos?
Revisa
qué haces en tu tiempo libre, asegúrate que sea algo productivo.
“Nadie pone un remiendo de tela nueva en
un vestido viejo, porque lo añadido hará encoger el vestido y el desgarrón se
hará mayor” (Mt 9, 16).
En el espacio, los trajes deben ser especiales. Un fisura, un
pequeño agujerito y se despresuriza, el oxígeno se escapa y el astronauta
muere. No vale remendar. Debe ser nuevo. La gracia de Dios es como ese traje.
Se conserva en buenas condiciones con oración, sacramentos y obras de servicio al
prójimo.
¿Estarás
cuidando el traje espacial?
Propósito: ir a la base a dar
mantenimiento al traje (oración, Eucaristía, confesión, etc.)