jueves, 13 de julio de 2017

Ser agradecido

Gratuitamente lo recibisteis, dadlo gratuitamente (Mt 10, 8).
¡Cuántas cosas, Jesús, he recibido gratis, sin merecerlo!: para empezar la vida, la vida natural y la vida sobrenatural de hijo de Dios que me dio la Iglesia cuando mis papás me llevaron a bautizar. Con el bautismo me vino la “gracia”, se llama así porque es gratis, gratuita, de balde, for free… Y tantas cualidades que me has dado: mi buena memoria, el arte que tengo con la guitarra, la pegada brutal que tengo con la derecha… y tantas veces, Jesús, soy un egoísta, no te agradezco tantas cosas que me das –también los días soleados y las lluvias– ni tampoco pongo lo mío al servicio de los demás.
Dale gracias a Dios por cada cosa que te ha dado gratis.
El que trabaja merece su sustento (Mt 10, 10).
La verdad, Señor, que a veces me entero de lo que cobran los del salario mínimo y me confundo, trabajan todo el día y cobran una miseria y con eso tienen que mantener a su familia… Hay cosas, Jesús, de este mundo que no entiendo, te pido por ellos… pero lo que si entiendo es que algu­nos días no “merezco mi sustento”, porque me paso todo el día haraga­neando y jugando FIFA hasta que se me acalambran los dedos. Jesús, ayúdame a que aproveche las vacaciones y los días de clases, que sea coherente con tantos regalos que me has dado en mi vida. Que no des­perdicie la vida. Quiero ofrecerte muchos frutos de santidad y apostolado.
¿Me merezco todo lo que me dan?

Propósito: ser agradecido, usar la palabra “gracias”.