El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama.
Y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y yo mismo me
manifestaré a él (Jn 14, 21-22).
Madre mía, este evangelio
ya lo hemos leído uno de estos días de Mayo. Pero me sirve para pedirte ser
obediente. Muchas veces me salto los mandamientos no porque la tentación es muy
fuerte, lo que pasa es que a veces me pongo muy rebelde y no me da ganas de
hacer caso a nada ni a nadie. En la cabeza tengo claro lo que Jesús me pide
pero como no tengo ganas de obedecer, no lo hago. Ayúdame a ser obediente.
¿Tengo claro lo que Jesús me pide?
Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y
vendremos a él y haremos morada en él (Jn 14, 23).
Lo que te contaba, Madre
mía, sobre la obediencia con Jesús, me pasa también con mis papás y profesores.
Me entra esa rebeldía tonta de llevar la contraria a todo o bien si tengo que
obedecer lo hago de mala cara y super lento. Por eso me encanta rezar el
Angelus ya que me sorprende lo rápido que diste tu respuesta a lo que el Ángel
te proponía de parte de Dios.
¿Me sé de memoria el Angelus? ¿Lo rezo?
Propósito: rezar el
Angelus siempre.