lunes, 2 de junio de 2014

Confiad, Yo he vencido al mundo

Mirad que llega la hora, y ya llegó, en que os dispersaréis cada uno por su lado, y me dejaréis solo, aunque no estoy solo porque el Padre está conmigo (Jn 16, 32).
Jesús, estos días son de preparación para Pentecostés, para la venida del Espíritu Santo. Jesús, quiero prepararme bien para la solemnidad de Pentecostés. Con San Josemaría vuelvo a rezar esta oración: ¡Ven, oh Espíritu Santo! Ilumina mi entendimiento para conocer tus mandatos; for­talece mi corazón contra las insidias del enemigo; inflama mi voluntad… He oído tu voz, y, no quiero endurecerme y resistir diciendo: Después..., mañana. Nunc coepi! ¡Ahora! No vaya a ser que el mañana me falte. ¡Oh, Espíritu de verdad y de sabiduría. Espíritu de entendimiento y de consejo. Espíritu de gozo y de paz! Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras.
u  De verdad, ¿quieres lo que Él quiera?
En el mundo tendréis tribulación, pero confiad: yo he vencido al mundo (Jn 16, 33).
Jesús, a mí los exámenes me dan un poco de miedo. Como ya pasaron te lo puedo contar con calma, me pregunto ¿Lo sabré todo?, ¿Me dará tiempo a estudiar?, ¿Sacaré buenas notas? Pero lo peor es que me pongo nervioso y trato con dureza a los que me rodean. Me encierro en mí y yo a lo mío. Y hasta me pasa en época de exámenes que no hago oración ni voy a Misa.
u  Pídele a Jesús ser constante en el trato con Él.

Propósito: rezarle al Espíritu Santo.