Por sus frutos
los conoceréis: ¿acaso se cosechan uvas de los espinos o higos de las zarzas?
(Mt 7, 16).
Jesús, hoy es la solemnidad
de tu Sagrado Corazón, pero te cuento que he estado leyendo algunas cosas sobre
don Álvaro y me ha impresionado que durante los 19 años que estuvo al frente
del Opus Dei rezó, empujó y animó a que se comenzara a trabajar en 20 nuevos
países, entre ellos Honduras y Nicaragua. Pues en esto queda claro que por
sus frutos los conoceréis. No se trata de quedarse sólo en buenas
intenciones si no trabajar de verdad. Jesús, que no me quede en buenas
intenciones, quiero dar mucho fruto.
u Cuéntale
a Jesús cuáles son los frutos que te gustaría poder ofrecerle.
Así, todo
árbol bueno da frutos buenos, y todo árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno
no puede dar frutos malos, ni un árbol malo dar frutos buenos (Mt 7, 17-18).
Don Álvaro escribió: “un
trabajo bien hecho no es lo mismo que un trabajo que sale bien.
Las abejas estructuran perfectamente los panales y producen una miel
sabrosísima, pero no trabajan porque no son capaces de amar. Lo que
importa es la actitud interior, no los resultados. (…) Dios se fija en el
corazón: ahí se encuentra la clave de una tarea bien o mal terminada”.
u ¿Qué
ve Dios en tu corazón?
Propósito: Rezarle a don Álvaro e ir a la beatificación.